CELAYA, Gto.- Javier “javo” Mandujano Cárdenas, considerado por muchos como el mejor basquetbolista que ha dado Celaya, acudió al llamado de Dios la madrugada de hoy quien dejó este mundo a la edad de 68 años derivado de una complicación médica y quien por años portó la playera de los Linces del Tecnológico de Celaya, llamado ahora Tecnológico Nacional de México TecNM en Celaya.
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Martin Guerrero, amigo y compadre de “javo”, comentó que creció en el popular barrio de San Miguel, y en una ocasión cuando cursaba la secundaria Patria, al entrenador Filoteo se le olvidó el balón con el cual practicaban fútbol soccer, pero había uno de baloncesto con el cual comenzaron a jugar y así fue como le dio el gusto por este deporte que le dio infinidad de triunfos.
Durante su infancia acudía a las canchas que se ubicaban en las antiguas instalaciones de la feria al igual que donde ahora está la tienda Sanborns, ahí estaba una cancha que le llamaban Míster Q, era el punto de reunión y donde se jugaba en ese entonces la única liga que existía en Celaya y ahí fue justamente que en una ocasión hizo 101 puntos en un partido con el equipo 21neros. En su etapa con los Linces del Tecnológico jugó más de 10 Inter-tecnológicos, logrando en tres ocasiones el campeonato y a su vez, estudiaba en esta casa mater.
En el último Inter-tecnológicos donde el TeecNM en Celaya fue sede, a Javier Mandujano se le brindó un reconocimiento y ese día se retiró el número 8 de los Linces instalando este número en la duela que lleva por nombre “Miguel Linares López”, es por ello que su presencia siempre estará apoyando al equipo de sus amores los Linces del Tecnológico de Celaya. Además en estos últimos años se le estuvieron haciendo reconocimientos por toda su trayectoria, el último fue en el ahora gimnasio Míster Q.
Para quienes lo conocieron era un gusto verlo jugar, en ocasiones le gritaban que bailara por lo cual aprovechando de la gran habilidad que poseía “bailaba” a sus adversarios, haciendo de esos momentos un espectáculo al pasarlos con gran facilidad y a su vez la afición disfrutaba de sus tiros que tenían una efectividad de un 95 de 100 por ciento. La posición que dominaba era de botador y en una de varios momentos fue en 1975 cuando derrotaron a U. de G., convirtiendo es ese momento en su primer campeonato estudiantil logrado y de ahí para adelante construyó su mejor época dentro del básquetbol.
Derivado de su gran capacidad en este deporte, también tuvo llamado a la selección mexicana por el año de 1980, midiendo un metro con 82 centímetros, llegando a jugar con el leonés Arturo Guerrero conocido como “mano santa”. Otros equipos en los que militó fueron, Tigres, Sanchos, Arancia, entre otros donde en la mayoría se convirtió en campeón.
A Javier Mandujano le sobrevive su esposa Blanca Miranda y sus hijos Claudia y Javier Mandujano Miranda. Su cuerpo está siendo velado en la funeraria San Rafael en la zona centro de Celaya y la misa de cuerpo presente es mañana sábado a las 12:00 horas en el templo de San Francisco.
Durante la mañana han acudido a despedirse de “javo” amigos que en su momento jugaron juntos en diferentes equipos, algunos de los que acudieron son, José Martínez, Jesús García, Ernesto Ramos, Sergio Guevara, Héctor Esqueda, Roberto Sandoibal, Antonio Yáñez, Mario Bucochis entre otros quienes lo recuerdan como un gran ser humano, excelente jugador, buen padre y esposo, destacando que era raro verlo enojado ya que la mayor parte del tiempo gozaba de estar feliz y así es como lo recordarán, entregando siempre su amor a los Linces del Tecnológico de Celaya.
En los últimos años Javier Mandujano fue reconocido por su trayectoria y a quien le hicieron varios reconocimientos uno de ellos fue en el 2022 cuando vino Arturo “mano santa” Guerrero, expresando ese día a El Sol del Bajío: “Parte de mi trayectoria es que jugué en el equipo de Linces del tecnológico, fuimos tres veces campeones nacionales, un campeonato en el nacional de primera fuerza en CDMX, y pues aquí jugué en la liga con algunos equipos como 21neros, Tigres, y otros que eran muy fuertes y en ese tiempo quedamos campeones. Para mí este reconocimiento es un gusto de que nos tomen en cuenta, nos hacen recordar los tiempos mejores de nosotros, es un orgullo tener este reconocimiento conmigo. Yo recuerdo que venían equipos de universidades de Estados Unidos a jugar contra nosotros, claro, nos ganaban, pero les costaba mucho trabajo. Otro reconocimiento fue en el nacional de Maxibasquet y el último fue en la inauguración del gimnasio Míster Q.