MÉXICO.- (OEM-Informex).- Michael Jordan dejó una huella insuperable en el baloncesto, para muchos el número uno del deporte de la canasta, que vuelve a recuperar su esencia tras el estreno de “The Last Dance”, la serie sobre su vida que está batiendo récords de audiencia.
DESTACADOS:
- La serie tiene como personaje central a Michael Jordan y el contexto de la temporada 1997-98 con los Bulls, su última participación en la franquicia de Chicago.
- “ The Last Dance”, que emite Netflix a nivel internacional y el canal ESPN en Estados Unidos, se ha convertido en la serie documental más demandada del mundo, según la consultora Parrot Analytics.
- El “último baile” de Jordan, actual propietario del equipo de los Charlotte Hornets, ahonda en un personaje que tuvo problemas con las apuestas y no quiso meterse en política, circunstancia por la que le llovieron críticas de la comunidad afroamericana.
Diecisiete años después de su definitiva retirada, la figura deportiva de Michael Jordan (Nueva York, 1963) sigue acaparando comparaciones sobre si es el mejor baloncestista de la historia o a su altura se sitúan otras estrellas, como el malogrado Kobe Bryant o el actual LeBron James.
Un debate que se abre en este caso tras la proyección de la serie “The Last Dance”, que tiene como personaje central a Michael Jordan y el contexto de la temporada 1997-98 con los Chicago Bulls, equipo con el que pretendía ganar su sexto anillo de la NBA después de lograr cinco en siete años.
Una temporada que se anunció como “el último baile”, término que acuñó el entonces entrenador Phil Jackson, para expresar las tensiones existentes entre los directivos y algunos jugadores, entre ellos Jordan sobre el que se presumía sería su último año de carrera.
Con los Bulls ganó su sexto anillo y, poco después, el 13 de enero de 1999, Michael Jordan anunciaba su retirada, la segunda tras la de 1993 cuando su padre fue asesinado.
Pero no fue el definitivo adiós de la gran leyenda del baloncesto. “Air” Jordan regresó en septiembre de 2001 vistiendo la camiseta de los Washington Wizards, donde jugó dos temporadas hasta que puso punto final a su brillante trayectoria.
EL ÉXITO DEL “ÚLTIMO BAILE”.
“The Last Dance”, que emite Netflix a nivel internacional y el canal ESPN en Estados Unidos, se ha convertido en la serie documental más demandada del mundo, según la consultora Parrot Analytics.
Según un análisis de esta consultora, durante la semana del 19 al 25 de abril la serie tuvo una demanda 37 veces mayor que la media de las series de televisión en los Estados Unidos y 30 veces más que la media de las series a nivel mundial.
“La popularidad mundial de `The Last Dance´ refleja el atractivo global de los deportes y la figura de Michael Jordan y los Chicago Bulls de los años 90", explica Steve Langdon, director de alianzas de Parrot Analytics.
“The Last Dance”, que consta de diez capítulos que se emiten de dos en dos a lo largo de cinco semanas, ha sido la serie documental más demandada en los EE. UU. desde el 24 de abril, superando a “Tiger King: Murder, Mayhem and Madness”, protagonizada por Nicolas Cage. También ha sido la serie documental más demandada a nivel mundial desde el 23 de abril, cuando superó a “Cosmos: Possible Worlds”.
"Estamos asistiendo a un aumento de la demanda de documentales deportivos durante la pandemia del coronavirus”, explica Langdon.
EL PODER DE JORDAN
En “The Last Dance”, que repasa la trayectoria de Michael Jordan, desde su etapa universitaria en Carolina del Norte hasta la última temporada en los Chicago Bulls, franquicia con la que consiguió sus seis anillos de la NBA, se traza un perfil de una estrella arrogante, egoísta, pero a la vez divertido y bromista, sin olvidar los problemas que vivió por su gran fama que apenas le permitía salir de su residencia o de los hoteles donde se hospedaba.
“El último año con los Chicago Bulls fue muy difícil y complicado”, explicaba Jordan en el programa “Good Morning America” de la cadena de televisión ABC, días antes del estreno de la serie.
En este contexto, tienen mucho que ver dos personajes: Phil Jackson, el entrenador que ya sabía que sería su última temporada, y el gerente general Jerry Krause, el gran “enemigo” de Jordan.
“Krause ya le había dicho a Jackson que, aunque tuviesen una marca de 82-0, él no iba a seguir, y mi posición fue la de unirme al entrenador", reconoció Jordan.
Otra de las razones del mal ambiente que se vivía en los Bulls fue el malestar del alero Scottie Pippen con la directiva, porque se consideraba mal pagado para su categoría y a quien Jordan valoraba como un pilar vital en el éxito de la franquicia de Chicago.
El “último baile” de Jordan, actual propietario del equipo de los Charlotte Hornets, ahonda en un personaje que tuvo problemas con las apuestas y no quiso meterse en política, circunstancia por la que le llovieron críticas de la comunidad afroamericana.
Entre ellas del expresidente estadounidense Barack Obama para quien fue "decepcionante”, que Jordan no apoyara al candidato de color al Senado de Estados Unidos para el estado de Carolina de Norte en 1990, Harvey Gant.
Jordan no habló sobre este asunto, aunque una broma que lanzó entre compañeros sobre que "los republicanos también compran mis zapatillas" pesa aún en su contra.
“No fui un hombre político cuando jugaba a mi deporte, solo estaba concentrado en mi trabajo. ¿Eso fue egoísta? Probablemente, pero ahí era donde estaba concentrada mi energía”, se defiende el exbaloncestista en “The Last Dance”, la serie que vuelve a poner en “vuelo” a Michael “Air” Jordan.