Celayense Saúl Mendoza rehabilita a soldados heridos en la guerra

Es entrenador nacional de atletismo sobre silla de ruedas

Ignacio Hernández | El Sol del Bajío

  · viernes 22 de mayo de 2020

Además de motivarlos, ha logrado hacer muchas amistades. | Foto: Cortesía

MÉXICO.- (OEM-Informex).- Hablar del celayense Saúl Mendoza Hernández es conocer una historia de vida exitosa, donde las barreras que la vida le planteó desde niño las vio como retos que logró vencer siempre con el apoyo de sus padres, convirtiéndose en deportista que le dio al pueblo mexicano alegría con las medallas logradas en los Juegos Paralímpicos de Verano entre los años de 1984 y 2004 y quien hoy en día es el entrenador nacional de atletismo sobre silla de ruedas atendiendo a soldados de la Armada y Fuerzas Especiales de Estados Unidos que regresan de la guerra con algún problema físico.

Gracias a los logros, es el deportista paralímpico más notable que México ha tenido y está considerado como el sexto mejor deportista patrio de la historia, estando atrás de Hugo Sánchez, Julio Cesar Chávez, Fernando Valenzuela, Rafael Márquez y Lorena Ochoa.

Hoy en día tiene 53 años de edad, pero sus logros más fuertes fueron en los Juegos Paralímpicos de 1988, 1996, 2000 y 2004.

También es poseedor del récord olímpico en los mil 500 metros y récord mundial de los cinco mil metros, siendo en Beijing 2008, el abanderado de la delegación mexicana, llamado también en el 2000 como el “Atleta del siglo” del deporte mexicano, quien además de ganar las seis preseas también ganó los maratones de Nueva York, Los Ángeles, Houston, Londres y Paris así como el de la Ciudad de México, en los años de 1985,1986, 1987, 1996, 1997 y 1998, entre muchos más.



Su trayectoria y personalidad de triunfador, sin perder la humildad, ha logrado ser inspiración de niños, jóvenes y adultos que tienen alguna discapacidad y que a través de sus conferencias han encontrado nuevamente el sentido a la vida y una nueva forma de vivir con sus nuevas herramientas ya sea sillas de ruedas, muletas u otras.

Hoy en día, es el entrenador nacional de atletismo sobre silla de ruedas atendiendo a soldados de la Armada y Fuerzas Especiales de Estados Unidos que regresan de la guerra con algún problema físico como amputaciones, quemaduras al 100 por ciento y fracturas en la espalda.


EN EU SE FIJARON EN ÉL CUANDO COMPETÍA

En entrevista con El Sol del Bajío, recordó que en 1996 compitió en el Circuito de Carreras de los “Estados Unidos & Internacional”, y con su historia deportiva, las Fuerzas Armadas pusieron interés en él para que enseñara a los soldados a adaptarse a su nueva vida con discapacidad, pero a través del deporte y a su vez a una silla de carreras, dándoles el entrenamiento y técnica requeridas para poder llegar a ser un atleta paralímpico.

Este trabajo le requiere viajar por lo menos una vez al mes alrededor de los Estados Unidos, ya que una de las dinámicas es entrenar durante una semana en las bases militares.

Parte importante es el apoyo psicológico, y aunque en sus inicios también realizaba esta acción en todos los de Fuerzas Militares, conforme pasó el tiempo cada Fuerza Militar fue creando su propio equipo y entrenadores.




ESCUCHA HISTORIAS IMPACTANTES DE LOS SOLDADOS

Sabe que cada persona llega con una historia y condición física diferente: “Si, son historias impactantes y que afortunadamente sigo en forma física y hago los entrenamientos con los atletas por que sufren de memoria acorto plazo (PTSD o TBI) y así puedo darles la práctica personalmente, sin embargo, al estar practicando, en los descansos me cuentan sus historias, como una manera de sacar del interior su sufrimiento, y son historias como si estuvieras viendo una película de guerra.

“Una de las historias más impactantes que he tenido es la de Israel del Toro, familiar lejano del cineasta, él sufrió quemaduras al 100%, incluyendo la cara y cuenta que su única preocupación era que su hijo no lo reconocería, sin embargo, al escuchar su voz su hijo supo que era su padre que había regresado de Irak”.

Dijo que los soldados a su regreso de la guerra la primera puerta a su país es el hospital “Brooke Army Medical Center”, ubicado en San Antonio, Texas, donde les dan la atención necesaria, rehabilitación y ahí mismo existe un programa que realizan en un año de integración a su nueva vida, año marca una diferencia abismal de cuando llegan y cuando se van, regularmente salen listos para enfrentar la vida diaria.



Su residencia está a una hora al norte de San Antonio, Texas, trabajando también con “Texas Regional Para Sport”, que es la oficina Paralímpica de Texas, donde tienen un equipo de atletismo incluyendo a niños de siete años, jóvenes de preparatoria y de las mismas Fuerzas Militares, donde los jóvenes de preparatoria están a un paso de llegar al Equipo Nacional Paralímpico de Atletismo, donde algunos tienen la oportunidad de obtener una beca en importantes universidades con equipo Paralímpico.

Otra actividad que realiza es dar conferencias, donde cuenta su experiencia del cómo llegó a lograr sus triunfos, teniendo siempre presentes a sus papás quienes siempre le han dado el apoyo tanto emocional como llevarlo a sus rehabilitaciones mismas que a la fecha continúa realizando.

En su reciente conferencia dada a través de manera virtual, dijo que en su mente nunca puso limitaciones, encontró la pasión en el deporte, en este caso el atletismo adaptado donde su preparación fue en las montañas, donde entrenaba, comía, oraba y se encontraba con él mismo en una tranquilidad y paz, lo cual hizo que aumentara su confianza en poder llegar hasta donde él lo quisiera.

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