GUANAJUATO, Gto. (OEM-Informex).- Con una mágica ejecución de violín y una mezcla de sonidos electrónicos, el violinista español Alejandro Axel y la Orquesta de Cámara Higinio Ruvalcaba, hicieron renacer la obra Cuatro estaciones de Vivaldi durante su presentación en el Festival Internacional Cervantino.
Fue la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, un emblema de revolución para los capitalinos, el espacio adecuado para que el violinista español revolucionara las míticas piezas del autor italiano.
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A la peculiar mezcla de sonidos se sumó una muy apropiada atmósfera preparada especialmente para la ocasión, que transportó a los presentes a un auténtico viaje por el espacio sideral.
Una obra que pudiera no ser del agrado para los puristas de la música clásica, pero sin duda, la suavidad con que se realizó la fusión de sonidos, es una buena estrategia para que las personas que gustan iniciar en la materia, puedan comenzar a apreciar las bellas notas del gran Vivaldi.
Es impresionante la capacidad de Bruno Axel para dirigir a la agrupación en este proyecto, pero además lograr ser el punto de atención en cada pieza interpretada gracias a su talento en el violín.
Con la precisión de un buen reloj, Bruno Axel deleitó al público Cervantino con las bellas notas emanadas de su instrumento, con el cual logró brindar a los presentes un buffet de sonidos con la transición de suaves melodías e impresionantes progresiones de velocidades que pareciera que el arco y las cuerdas reventarían en cualquier momento.
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Además de la presión para ejecutar las notas de las piezas, el violinista demostró un nivel demasiado alto para improvisar al ritmo de las remasterizadas melodías para dar un espectáculo fuera de serie.
Con la presentación se me viene a la memoria el inicio de los años dos mil, cuando en las “arcades” de todo el mundo se popularizaron las máquinas de baile, donde la música de Beethoven se remasterizó para poner a bailar a miles de jóvenes.
No es para negarlo, esos recuerdos presentes en la explanada de la Alhóndiga a través de los músicos en escena, por momentos ingresaron en lo más recóndito del cuerpo para manifestarse en un ligero movimiento de pies a la par del ritmo.
Con voz firme y evidentemente llena de orgullo, reconoció el talento de los músicos que integran la orquesta tapatía Higinio Ruvalcaba, además de destacar la belleza de la ciudad capital.
Con el aplauso de los guanajuatenses, los españoles y los músicos tapatíos se despidieron del Festival Cervantino para continuar con su gira por México en los próximos días.