Obra Monumental de Felipe Cossio del Pomar

Es aquí precisamente, en la segunda mitad de la década de los 30, donde Cossio fundó la Escuela de Bellas Artes en un majestuoso recinto conocido como el Claustro de las Monjas. 

Alfonso Bulle Goyri

  · lunes 7 de octubre de 2024

Descubre la obra incompleta de Siqueiros en el exconvento de San Miguel de Allende / Fotos: Cortesía / Salón de la Plástica San Miguel de Allende

Siempre que se habla de Felipe Cossio del Pomar viene a la mente la figura de un hombre extraordinario, de un hombre excepcional: artista, crítico de arte, historiador del arte, cronista de la vida bohemia del París de los primeros años del siglo XX, aventurero y gran promotor de la cultura de México. Felipe Cossio del Pomar es una de esas extrañas aves que por una afortunada casualidad descendió en San Miguel de Allende y es en esta singular población del centro de México, conocida desde la época de la Independencia, donde se convirtió en un notable gestor cultural.

Es aquí precisamente, en la segunda mitad de la década de los 30, donde Cossio fundó la Escuela de Bellas Artes en un majestuoso recinto conocido como el Claustro de las Monjas.

Obra Monumental de Felipe Cossio del Pomar / Fotos: Cortesía / Salón de la Plástica San Miguel de Allende

Gracias al apoyo de figuras como Don Alfonso Reyes y Diego Rivera, amigos de la época parisina de Cossio, logra que el Gral. Lázaro Cárdenas le extendiera una carta dirigida al comandante de la Zona Militar de San Miguel, para que éste donara al municipio las caballerizas del Cuartel.

En efecto, ese espacio, a la sazón empleado para alimentar a reces y caballos, sería cuidadosamente restaurado con recursos propios de Cossío para erigir una escuela de artes y oficios donde niños de la comunidad serían los primeros beneficiarios de su noble labor.

Junto con algunos otros entusiastas de la cultura idearon la posibilidad de invitar a estudiantes norteamericanos a que vinieran a hacer estancias en este lugar. La idea poco a poco se fue convirtiendo en realidad y después de una intensa promoción que se hizo por la Unión Americana llegaron a San Miguel doce jóvenes estudiantes a estudiar arte.

De este modo, en 1938 fue inaugurada la Escuela de Bellas Artes de San Miguel de Allende, bajo la dirección de Felipe Cossio del Pomar y con el apoyo de los artistas plásticos más importantes de la época en México.

Así, llegan a San Miguel a impartir cursos de artes nada menos que Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, León Felipe, Carlos Mérida, Federico Cantú entre otros, una pléyade de estrellas que le dieron un impulso formidable al proyecto ideado por Felipe Cossio del Pomar, a quien debemos recordar como uno de los grandes generadores de alta cultura en nuestro País y en especial en esa pequeña comunidad desde entonces célebre que es San Miguel de Allende.


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