Bajo el nombre de Danzas del viejo mundo, seis compañías desplegaron un abanico de color y movimiento surgido de los bailes de variadas partes del orbe, previo a la temporada que ofrecerán durante el mes de agosto en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque.
Dejar en claro que la danza es diversa, incluyente y multicultural, es uno de los objetivos de este programa que surgió de una convocatoria de la Coordinación Nacional de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y a la que respondieron bailarines con sus distintas propuestas como tango, español, danza judía y contemporáneo.
Cada compañía, convivió entre sí y dio una muestra de lo que sabe hacer en escena, como el grupo Último Tren Danza-Escena, que presentará el montaje infantil La gran búsqueda del tiempo perdido, Tic, tac... Por su parte, la compañía ArTaller Tangueros dará el espectáculo Divertimento de Tango, del que explicaron busca la compatibilidad de este género con otras disciplinas.
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Esta agrupación, ofrece algunos cuadros de tango con danza clásica y de tango tradicional, mezclados con obra de repertorio, con piezas de compositores como Julián Plaza y Juan Carlos Cobián y temas de música contemporánea, como la creada por Piazzolla.
En su oportunidad, el grupo escénico de danza española Al Andalus mostró Divertimento, montaje, que manifestó su carácter didáctico con distintos conceptos de la danza como los bailes regionales de su país, la escuela bolera, la danza española estilizada y el flamenco, así como la castañuela de concierto. En cuanto a la agrupación Khamsa Dance Project, ellos harán lo propio con Urdimbre. Se trata de un singular proyecto escénico actual sobre los textiles artesanales en México, con una idea que abarca distintos elementos como el diseño sonoro, la música original en vivo, danza y video documental.
Además, la oferta dancistica cuenta con la actuación de Anajnu Veatem, compañía de danza judía en México, que mostrará Karov: Nosotros y ustedes... de cerca, mediante la cual, manifiestan la esencia de lo que ha sido este grupo al vincular dos mundos aparentemente opuestos: la estricta tradición judía y la variable expresión contemporánea en lo que es un encuentro entre las coreografías representativas más interpretadas en la historia de la compañía y las tres piezas más recientes a cargo de sus directores coreográficos, se informó.
