GUANAJUATO, Gto. (OEM-Informex).- Al ritmo de música electrónica por parte de la banda canadiense A Tribe Called Red con la participación de la cantante latina Lido Pimienta, inició la fiesta del Espíritu en la capital guanajuatense.
El evento que reúne a multitudes, un mítico encuentro cultural incubado en las calles de Guanajuato, el Festival Internacional Cervantino en su edición 47, con el estado de Guerrero y Canadá como invitados de honor, colmará a la capital del estado de color, música, danza y fiesta.
La banda canadiense conformada por Bear Witness y 2oolman, fue la encargada de dar inicio a las fiestas del Cervantino, con un concierto lleno de luz, tecnología y música moderna, lo que caracteriza la modernidad del país norteamericano.
Música progresiva en cuyas interpretaciones se narra la vida de los nativos canadienses en la época moderna y los retos a los que se enfrentan en una sociedad distinta a la naturaleza de Canadá.
Excelsa voz de Lido Pimienta, cantante de raíces colombianas radicada en Canadá que brincara a la fama con su disco La Papessa, cimbró con el poder de su voz el escenario de la Alhóndiga de Granaditas.
Un espectáculo que dio inicio en medio de bits lentos y profundos fusionamos a la progresión de las percusiones ancestrales, mientras en escena, la agrupación hacía un homenaje a México con la participación de dos bailarinas con vestimenta azteca, lo que hizo recordar nuestras raíces, pero a la vez la evolución hasta llegar a la era tecnológica moderna.
Mientras el ritmo iba en aumento, desde lo profundo de escenario, una bailarina con el atuendo típico de las culturas nativas canadienses, quien mostró su destreza con un juego de seis aros que magistralmente convirtió en parte de su cuerpo para elaborar una complicada coreografía que se ganó los aplausos de una abarrotada Alhóndiga de Granaditas.
En el graderío, la gran cantidad de jóvenes que se dio cita para escuchar a una de las agrupaciones referentes dela música electrónica, no paró de bailar durante el concierto, al ritmo de los bits y en ovaciones a los canadienses, los hicieron sentir como en casa.