CELAYA, Gto. (OEM--Informex).- Gerardo mejor conocido como “El Fósil” seudónimo con el que ha logrado posicionarse como uno de los muralistas más reconocidos actualmente a nivel nacional e internacional, ha demostrado su talento y amor por la pintura mural, ha logra llevar su técnica de grafiti a otro nivel.
El Fósil recientemente presentó en la sala Hermenegildo Bustos de la Casa del Diezmo su exposición titulada “Dejando Huella” en la que a través de 26 obras muestra la cultura de las catrinas en sus más diversas interpretaciones, así como los conocimientos que ha adquirido durante 18 años, tiempo en el cual ha formado parte de importantes proyectos de murales; también ha sido invitado a festivales latinoamericanos en Argentina, Cuba y Bolivia, entre otros. En entrevista el artista destacó que en esta muestra se encuentran obras de pintura de caballete.
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Su inicio
Gerardo a sus 13 años mostró pasión por el dibujo, por lo que desde entonces comenzó a crear sus propios dibujos basándose en algunas imágenes o caricaturas, sin embargo en la secundaria junto a otros grupo de jóvenes realizó su primer mural el cual se encontraba en las instalaciones de la Secundaria Técnica No. 37, el cual desgraciadamente después de algunas semanas fue tapado, acontecimiento que sin duda lo dejó marcado, sin embargo, comenzó a entender y saber que se tenía que desprender de sus obras en algún momento.
A partir de ese momento en el año de 1999, Suaste formó un grupo colectivo llamado “MEC” (Máxima Expresión Creativa) con el cual se reunía cada primer domingo del mes en la Bola del Agua, iniciando este grupo cinco o seis jóvenes sin embargo con el paso del tiempo logró reunir a más de 40 personas, quienes compartían el gusto y amor por la pintura y el grafiti, sin embargo, el lema de este grupo no era rayar solo por rayar, sino hacer murales con sus aerosoles y pinturas.
En el 2003 el Instituto Nacional Electoral organizó el concurso titulado “Valores democráticos y sociales” concurso que Gerardo ganó a nivel municipal y estatal por lo que fue acreedor a una beca para estudiar artes en la Casa de la Cultura, fue en este momento cuando comenzó a incursionar de manera formal en este tema y a prepararse de la manera más adecuada a través de distintas clases y talleres así como de culminar la carrera en Artes Visuales, la cual tuvo una duración de tres años y medio aproximadamente, en donde aprendió más técnicas de dibujo, pintura, fotografía, entre otros.
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“Sé que el arte no está peleada con el éxito, estoy seguro y convencido de que sí se puede vivir del arte, pero se tiene que ser constante y disciplinado y por supuesto, dedicarle tiempo, saber que tu trabajo vale y por el cual se tiene que hacer grandes sacrificios, sin embargo, la recompensa es grande”, dijo.