Originalmente la Pantera rosa no fue pensada como ese cómico personaje animado que todos conocemos, sino, más bien, como el nombre de un costoso diamante que pretendía ser robado por un ladrón de joyas llamado Fantasma, buscado por un torpe inspector francés, en la película La pantera rosa, dirigida por el cineasta Blake Edwars en 1963.

Fue la casualidad y el interés del público lo que en verdad la creó, pues el diseño del título y animaciones de créditos de inicio y final, hechos por el caricaturista Friz Freleng, mostraban a una curiosa y atractiva pantera macho, que a petición del director debía tener sólo tres características irrevocables: que fuera graciosa, muda y de color rosa.

Después los directores se plantearon la posibilidad concebir a esta animación como un personaje independiente y en 1964 se estrenó el cortometraje The Pink Phink, que en realidad era el episodio piloto de lo que sería su primera serie animada. El corto, donde la Pantera rosa compite con un hombrecillo de color blanco por pintar una casa de azul o rosa, fue todo un éxito, al grado de que ese mismo año ganó el Oscar al Mejor cortometraje animado.

Como un homenaje a esos dos momentos que marcaron al diseño y la animación, el Museo Mexicano del Diseño (MUMEDI), presenta la exposición La pantera rosa en el rosaverso mexicano, la cual muestra el trabajo de 60 artistas y diseñadores mexicanos, quienes han creado obras inspiradas en este ícono de la cultura pop.

“Las mismas características de la Pantera rosa han dado pie a que pueda llegar a todo tipo de público, pues, al ser muda no necesita de traducción, mientras que, por otro lado, su humor puede ser entendido por todos” comenta Abigail Díaz, encargada del museo, en entrevista con El Sol de México.

“Pero algo que ha hecho que nos podamos identificar con ella es que si bien, se trata de un personaje que puede ser muy culto o sofisticado, también puede tener momentos de torpeza, en ella podemos ver la mejor versión de nosotros mismos, pero también de la que bien nos podríamos reír”, agrega.

En la muestra, explica Díaz, se pueden ver diversas interpretaciones del divertido felino, mismas que fueron revisadas y autorizadas por los actuales dueños de la marca del personaje, cuidando su esencia, pero dando rienda suelta a la imaginación en distintas técnicas: arte digital, escultura, impresión 3D, pintura en acrílico o al óleo, cerámica, textiles, diseño de accesorios, acuarelas, entre otras.

De las piezas destacan varias que evocan directamente episodios o elementos representativos de las distintas series que se han hecho de la Pantera rosa, entre ellas la reproducción a escala del carro en el que llegaba para dar su show, realizada por el diseñador industrial Ricardo Casas; o la pintura Retratos de una pantera del ilustrador y animador Adan Days, que con una técnica mixta evoca el diseño original del personaje, fusionando el universo animado de la Pantera rosa, con el de la película de la que nació.

Otras obras llaman la atención por el acercamiento que logran entre la Pantera rosa y la cultura mexicana, los cuales van desde evocaciones claras a las tradiciones y costumbre de nuestro país, como la lucha libre, a través de una máscara de luchadorhecho por Omar Cambranis; las esculturas hechas por los artistas Erasmo Rodríguez y Leticia González Ramos, Letizilla, que refieren a una representación de un caballero pantera, hecho de resina y una impresión en 3D que evoca a la pantera en los canales de Xochimilco.

Varios de los artistas que están en exhibición ya han colaborado y han formado parte de las distintas colecciones del MUMEDI, pero también se ha integrado el trabajo de talento emergente que ha adquirido relevancia por promover su arte en redes sociales, como es el caso de Yesterman, conocido por sus personajes Dodos, o Mr. Mitote, del cual destaca su intervención de diseños en Art Toys.

Otros nombres que figuran en la exposición son Pamela Carrington, Cristina Orozco, Gabriel Pulpo; Mitzin Cuéllar, Ricardo Casas, Sofía Castellanos y Germán Montalvo.

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“MUMEDI busca mostrar que el diseño mexicano no sólo se limita a la artesanía o la apropiación cultural, sino que tiene muchas más fuentes, tanto en formas como en contenidos modernos y a la altura del que se hace en cualquier otro país. Esto ha permitido que los artistas demuestren cómo personajes y temas de talla internacional, como lo es la Pantera rosa, puedan ser reinterpretados por ellos de múltiples modos”, finaliza Abigail Díaz.

La pantera rosa en el rosaverso Mexicano permanecerá abierta hasta el próximo 30 de septiembre, en el Número 74, de la Av. Francisco I. Madero, en el Centro Histórico. Al terminar la exhibición las obras se pondrán a la venta a través de subastas.