El 3 de octubre de 2003 fue la fecha elegida para dar inicio a la primera edición del Festival Internacional de Cine de Morelia. Nicotina, protagonizada por Diego Luna y dirigida por Hugo Rodríguez, fue la encargada de inaugurar tanto la edición como la historia de este festival que según su propia directora, Daniela Michel, se ha vuelto “en la plataforma favorita de los jóvenes cineastas mexicanos”.
Celebrando la 15ª edición del FICM que inicia esta noche, Daniela Michel recuerda algunos momentos que la han marcado durante este viaje cinéfilo.
El primero de ellos es la edición número seis, que tuvo espacio en el año 2008. “Uno de los momentos más fuertes fue cuando decidimos continuar con el festival después del atentado el 15 de septiembre, en el centro histórico de Morelia”, recuerda Daniela. “Fue una decisión fuerte porque había gente que pensaba que no lo íbamos a lograr. Pero cederle el lugar a los malos no estaba en nuestros planes. Hacer este festival fue muy emblemático”, explica la directora sobre esta edición que contó con Diego Luna y Jennifer Lawrence como invitados especiales.
Pero también el apoyo de grandes cineastas es una constante en los recuerdos de Daniela, por ejemplo el de Alejandro González Iñárritu. “En el año 2014 me había dicho que no iba a venir al festival por una cuestión de fechas en el rodaje de The Revenant a pesar de que ya estaba. Finalmente logró modificar estas fechas y pudo acompañarnos. Cuando me lo dijo me emociono muchísimo, me pareció un gesto de una gran amistad.
Tambien se encuentran las anécdotas como el encuentro que tuvo con Quentin Tarantino. “Al principio venía pocas horas, pero en plena inauguración le llamó la atención que estuviéramos presentando películas clásicas. Desde ahí tuvimos una conversación que se prolongó seis horas y me aseguró que vendría el año siguiente con un programa de Sergio Corbucci y que esperaba que lo invitaramos. Fue un comentario de sobremesa pero el próximo año lo cumplió y vino con su programa de Corbucci al FICM”, recuerda Daniela.
Finalmente se encuentra el apoyo de otros cineastas, a los que ella considera como “embajadores del FICM”, tal como es el caso de Carlos Reygadas. ”Ha sido una persona fantástica, es el mejor embajador del FICM. En todos lados me encuentro gente en el mundo que me dice “sí, ya Carlos me dijo del festival”, lo cual me conmueve muchísimo”, explica.
Los logros del FICM no se pueden explicar solos, por eso Daniela Michel reconoce el apoyo de su equipo de trabajo, que ha estado apoyando este proyecto desde un inicio. “Tengo un equipo maravilloso, me siento orgullosa de ellos, tenemos años trabajando juntos y me parece importante la complicidad que tenemos”.
Después de 15 ediciones, Daniela reconfirma el espíritu del FICM: apoyar al cine mexicano. “Tratamos de apoyar y de sumar. Creemos que el regalo más grande es podemos seguir haciendo lo que hacemos aunque a veces estemos con menor presupuesto. Queremos continuar apoyando la labor de apoyar al cine mexicano y seguir siendo un punto de reunión de los cineastas mexicanos”, finaliza.