CELAYA, Gto.- En medio de cánticos religiosos dirigidos por el grupo El Reencuentro de Misterios David, aplausos, alegría y gran júbilo de parte de decenas de feligreses, familiares y amigos, el padre Hugo Amador fue recibido a las afueras de la parroquia de San Miguel Arcángel, recinto que fue acondicionado para montar el altar en el que se realizó la ceremonia religiosa.
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Previo a la cantamisa el padre Hugo recorrió las calles aledañas al templo, siendo acompañado por sus familiares entre ellos su mamá María Cristina, sus hermanos: Martha Fabiola, Juan José y Miguel, así como de una pequeña delegación de feligreses de Argentina y Chile, amigos y habitantes de dicho barrio, de quienes recibió decenas de muestras de cariño.
Antes de comenzar la cantamisa se hizo una semblanza sobre el padre Hugo, destacando que es originario de Celaya, Guanajuato y crecido en el barrio de San Miguel, hijo de los señores: María Cristina Hernández Sánchez y José María Amador Yerena (+), es el tercero de cuatro hermanos, recibió el sacramento del orden sagrado el pasado 2 de agosto por imposición de las manos y oración consagratoria del obispo monseñor Tomás Carrasco Cortés, obispo de la Diócesis de San Juan Bautista de Calama.
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Además se comentó que en su adolescencia se integró a esta su parroquia, participando en los grupos juveniles, coros y posteriormente en las distintas misiones con los padres oblatos de María Inmaculada, además ha misionado en algunos estados de México, sintiendo desde joven el llamado del Señor a consagrarse a él, así como el consagrar su vida como religioso en Argentina por muchos años y en países Como Chile, Perú, España y Bolivia, participó en la comunidad carismática de la Unidad de Mercabá, junto al padre Edgar Larrea, realizó sus estudios de filosofía y teología en la Universidad Católica de Santa María de Buenos Aires, Argentina.
Actualmente es vicario de la Parroquia de San Pedro de Atacama en Chile. Para dar inicio con la cantamisa, se realizó la bendición del cáliz y la patena, mientras sus familiares lo revistieron y le entregaron la casulla, que son los ornamentos propios del sacerdote y le dieron la bendición, para que al final de la misa se efectuara el besamanos por parte de los feligreses, ya que las manos del padre Hugo fueron consagradas durante la misa.
En el altar, el padre Hugo estuvo acompañado por el padre Rafael Patiño Ahumada, padre Nicolás Augusto Sosa, de Argentina; padre Rafael, de la Diócesis de Guadalajara; el padre Gilberto Rico, rector del seminario diocesano; el padre Picón, párroco de la parroquia de San Miguel Arcángel; padre Benito Medrano, de la parroquia del Sagrado Corazón del municipio de Apaseo; padre Agustín García, de la rectoría de Nuestra Señora de Guadalupe en Celaya; padre Javier Bárcenas, de la arquidiócesis de México y el padre Amador, de la Diócesis de Calama en Chile, con quienes al finalizar la misa, pasó gratos momentos en una reunión social a la que también acudieron familiares y feligreses, quienes degustaron variedad de guisados acompañados de refrescantes bebidas y de buena música.
