Por todos los que se fueron... Por todos los que aquí seguimos

Julio Edgar Méndez

  · domingo 27 de diciembre de 2020

Dos mil veinte será un año inolvidable para todos los que aquí seguimos. Todos hemos perdido a alguien, por una causa o por otra. Algunos más ya no estarán o no estaremos aquí en un futuro cercano. Nos alcanzó no uno de los jinetes del Apocalipsis, sino el Apocalipsis mismo nos arrolló a todos, con todo y caballo.

El Coronavirus, esa corona del mal, impactó al mundo de manera inaudita, infame. Un objeto microscópico nos demostró, de nuevo, que no somos nada. Pero eso no fue todo, a nosotros, en el Diezmo de Palabras, nos pegó el destino desde que inició el año. Se adelantaron, en nuestra ruta a las estrellas, compañeros y amigos entrañables: Emilia, José Luis, el Capi, Carlos Javier y Toño, además de otros parientes y conocidos. Nuestros compañeros se fueron, pero siguen presentes en nuestro corazón, en las historias que contaban; en los textos, leyendas, cuentos y poemas que dejaron como testimonio de que estuvieron tan vivos como la vida misma. Porque la vida es un continuo andar hacia adelante. Siempre hacia adelante. El fin de este año no será percibido igual que otros pasados, éste parece una carrera de supervivencia. Por eso debemos mantenernos unidos, a pesar de la distancia. Para que la humanidad, una vez más, salga adelante, como siempre lo hemos hecho. En el Diezmo de Palabras agradecemos a nuestro compañero, Lalo Vázquez, por su dedicación y su entusiasmo para mantener a todos los participantes en este Diezmo semanal de El Sol del Bajío, constantes en participar, para enviar un mensaje de amistad, amor, empatía y solidaridad con todos los lectores que nos brindan su atención. Y, por supuesto, nuestro enorme reconocimiento a los verdaderos héroes de estos tiempos, los médicos, doctoras, enfermeras y enfermeros y todo el personal de salud que han arriesgado su vida para cuidar la de otros.

Por todos los que se fueron… por todos los que aquí seguimos, vaya un enorme abrazo, un fuerte apretón de corazones y nuestros mejores deseos para que el año que viene sea infinitamente mejor que el que vamos dejando atrás. Porque lo mejor que tenemos como humanos, es nuestra humanidad misma. La solidaridad, empatía, amistad, confianza, bondad, misericordia y, sobre todo, la esperanza de que veremos brillar de nuevo la luz de un nuevo sol y una nueva luna.

Gracias por todo, gracias a todos

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