/ viernes 13 de septiembre de 2024

Vencedores y vencidos: el desafío de la opinión en tiempos de polarización

Platón advirtió que “los demagogos se aprovechan de la libertad de expresión para luego erigirse como tiranos”. Esta reflexión resulta especialmente pertinente en el contexto político actual de México, donde estamos enfrentando una polarización y división sin precedentes.

En esta etapa social y política sin precedentes para muchos de nosotros, los que ostentan el poder parecen considerarse dueños absolutos de la verdad y la razón. Esta actitud ha generado una profunda fragmentación entre quienes se atreven a cuestionar y opinar y aquellos que aceptan la información sin un análisis crítico, dejándose llevar por discursos manipuladores.

Es crucial reconocer que no existen verdades absolutas. Las opiniones y razonamientos de cada persona están influidos por sus experiencias y perspectivas individuales. Sin embargo, esta comprensión puede llevarnos a creer que nuestra visión es la única válida, ignorando otras perspectivas.

Hoy en día, vemos una sociedad profundamente dividida entre críticos y conformistas. Ambas posturas sostienen que poseen la verdad absoluta, pero el problema radica en las posiciones radicalizadas que impiden el diálogo y la conciliación. Por un lado, están quienes se esfuerzan por informarse, leer, estudiar y analizar; por otro, aquellos que confían ciegamente en líderes o medios de comunicación que consideran los únicos árbitros de la opinión pública.

La marcada división entre vencedores y vencidos es alarmante. La falta de apertura hacia quienes piensan de manera diferente, e incluso el rechazo hacia ellos, está creando un entorno en el que el pensamiento divergente se convierte en una amenaza. Las personas que se atreven a pensar fuera de los esquemas establecidos son a menudo vistas como rivales o enemigos.

Es imperativo reflexionar sobre esta situación. La verdadera construcción de un país requiere integrar y valorar las distintas voces y perspectivas, en lugar de permitir que unos pocos se adueñen de la verdad. Al final del día, cada opinión aporta una parte de la realidad, y solo a través del diálogo y la diversidad de puntos de vista podemos avanzar hacia una sociedad más justa y cohesionada.

Diputado local electo del PAN

@ErandiBermudez

Platón advirtió que “los demagogos se aprovechan de la libertad de expresión para luego erigirse como tiranos”. Esta reflexión resulta especialmente pertinente en el contexto político actual de México, donde estamos enfrentando una polarización y división sin precedentes.

En esta etapa social y política sin precedentes para muchos de nosotros, los que ostentan el poder parecen considerarse dueños absolutos de la verdad y la razón. Esta actitud ha generado una profunda fragmentación entre quienes se atreven a cuestionar y opinar y aquellos que aceptan la información sin un análisis crítico, dejándose llevar por discursos manipuladores.

Es crucial reconocer que no existen verdades absolutas. Las opiniones y razonamientos de cada persona están influidos por sus experiencias y perspectivas individuales. Sin embargo, esta comprensión puede llevarnos a creer que nuestra visión es la única válida, ignorando otras perspectivas.

Hoy en día, vemos una sociedad profundamente dividida entre críticos y conformistas. Ambas posturas sostienen que poseen la verdad absoluta, pero el problema radica en las posiciones radicalizadas que impiden el diálogo y la conciliación. Por un lado, están quienes se esfuerzan por informarse, leer, estudiar y analizar; por otro, aquellos que confían ciegamente en líderes o medios de comunicación que consideran los únicos árbitros de la opinión pública.

La marcada división entre vencedores y vencidos es alarmante. La falta de apertura hacia quienes piensan de manera diferente, e incluso el rechazo hacia ellos, está creando un entorno en el que el pensamiento divergente se convierte en una amenaza. Las personas que se atreven a pensar fuera de los esquemas establecidos son a menudo vistas como rivales o enemigos.

Es imperativo reflexionar sobre esta situación. La verdadera construcción de un país requiere integrar y valorar las distintas voces y perspectivas, en lugar de permitir que unos pocos se adueñen de la verdad. Al final del día, cada opinión aporta una parte de la realidad, y solo a través del diálogo y la diversidad de puntos de vista podemos avanzar hacia una sociedad más justa y cohesionada.

Diputado local electo del PAN

@ErandiBermudez