La presente semana, la visita de Marcelo Ebrard a la reunión anual de industriales en León, había despertado mucha expectativa entre un grupo de asociaciones que, desde ahora, han comenzado a impulsarlo como el sucesor a la Presidencia de la República, por considerarlo un perfil menos radical que Claudia Sheinbaum, gobernadora de la Ciudad de México, y la candidata de AMLO.

El secretario de Relaciones Exteriores tenía, al igual que Tatiana Clouthier, una participación en el programa de la RAI, el día 5 de octubre, en dos paneles que abordarían los temas de la política industrial y de los tratados comerciales y, el funcionario formaba parte de la comitiva para la comida de clausura, a cambio de sus visitas, la sorpresa de la noticia de la secretaria de Economía y su fría relación con el mandatario nacional.

Pero, ¿tienen estas situaciones alguna lectura que impacte la vida futura de México?, muchos piensan que sí, de acuerdo a los informantes, Ebrard se iba a reunir en Guanajuato con algunos grupos sociales que lo ven como la posibilidad de derrocar a Morena en 2024 a nivel federal, si es que AMLO no acepta su candidatura y sigue necio con que sea Sheinbaum, quien aprovechó muy bien los días de la presentación de su cuarto informe de gobierno, para hacer campaña.

Según me dicen, si AMLO no genera condiciones parejas para una elección del candidato de Morena a la sucesión presidencial, Ebrard romperá a inicios del próximo año con Morena y con AMLO, renunciará a su importante cargo en el gabinete y comenzará abiertamente la campaña, esto le daría una ventaja sobre Sheinbaum, quien tendría que limitar su trabajo político a la capital del país y sólo tendría los fines de semana para recorrer el territorio nacional.

Se vislumbra que en los próximos meses, personajes como Fox, Cárdenas, los Clouthier y algunos otros liderazgos políticos de diferentes corrientes, comiencen a hacer pronunciamientos de empoderamiento a la clase media y, a través de ese discurso, ir alineando a la clase social que se ha mantenido libre de apoyos gubernamentales y por tanto, creen que somos la parte que debe elegir por una opción diferente a Morena, los más desprotegidos económicamente y que sobreviven con los apoyos de los gobiernos, no son el segmento de su interés y tampoco los más ricos y poderosos, sino los clase medieros, esos que salimos a trabajar todos los días para sobrevivir, pagar nuestras deudas y ahorrar para darnos nuestros pequeños lujos.

Esos que formamos parte de la franja, justo a la mitad de la pirámide de bienestar, que no podemos dar el brinco a ser ricos y no llegamos aún a una situación de pobreza, los que pudimos recibir una instrucción secular que nos permite niveles de conciencia e información para hacer un análisis de lo que puede venir para el país, si no se cambia el rumbo que llevamos, los catastrofistas, los que nos gusta resolver el mundo en un café con disertaciones y pronósticos a veces fatalistas.

A ese segmento de la población le puede caer muy bien un hombre como Ebrard, un tipo preparado, muy fifi para ser Morena y que a pesar de pertenecer al gabinete de AMLO, parece que se ha salvado de posiciones radicales, sino que mantiene buen diálogo con la Unión Americana y sobrelleva su permanencia en el gabinete federal, con un ventaneo y exposición muy importantes.

Yo preguntaba, medio ingenuamente, si AMLO sabe que Ebrard tiene esos planes, ¿por qué no lo corre de su gobierno?, la respuesta llegó de inmediato, “para no darle ventaja”, despedirlo, además de convertirlo en víctima del presidente, le da el permiso que necesita para empezar a recorrer, sin empacho, el país y encender aún más la sucesión del 2024, entonces prefiere tenerlo ahí, vigilado, cerca, para conocer en buena parte su actuar.

La otra pregunta que hice: ¿por cuál partido iría?, La respuesta: por todos, menos Morena y al parecer el Verde Ecologista, que todo apunta se aliará a Morena en las próximas elecciones, pues la fórmula ya les dio buenos resultados en la elección de 2018.

Entonces estaríamos frente a una gran alianza anti AMLO, de PAN, PRI, lo que quede del PRD, PT y encabezando la candidatura Movimiento Ciudadano, ¿se imagina usted ese escenario nacional?, un verdadero galimatías político-partidista, con el único objetivo de frenar a Morena, en la continuidad en el gobierno federal y terminando de pintar el resto del país de guinda, donde Guanajuato, representa un gran reto.

Veremos si en el corto plazo, las predicciones de los que saben ocurren tal como se lo cuento, y si tal vez, personajes como Luis Donaldo Colosio junior, o el propio Adán Augusto no se interponen en las carreras de los dos aspirantes más cantados.

Por cierto, Morena organizó la semana pasada un seminario denominado “Luchas y resistencias” sesión especial, gobiernos progresistas en Europa y América Latina, donde el invitado, era nada menos que el español Juan Carlos Monedero, quien posteó en su twitter: “nos vemos esta tarde en Ciudad de México a seguir pensando cómo defendemos la democracia de los que quieren acabar con ella”.

Al mismo tiempo que el secretario de Gobernación de este país, publicaba en su Twitter una foto abrazando a Monedero que decía: “No todo en la vida es política, también hay que dedicar tiempo de calidad con los amigos, bienvenido a México”

Entonces ¿quién es Monedero y por qué es relevante su visita? Es un español, fundador del partido político Podemos en 2014, que llevó a la izquierda radical contra el sistema financiero y político europeo, politólogo, estudió en Alemania y su tesis doctoral se basó en las causas de la disolución de la república democrática alemana, fue asesor político de Hugo Chávez en Venezuela, participó como responsable del equipo español del Banco Central Europeo para estudiar los efectos de la implantación del euro en su país.

Actualmente es colaborador de El País, fue observador electoral en México y obviamente cobra por todo eso, tan solo en enero pagó 200 mil euros de impuestos por ingresos de más de 400 mil euros facturados a los gobiernos de Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Ecuador, ahora estará muy cerca del presidente AMLO y su partido.

La sucesión no es cualquier cosa y se peleará a cualquier precio, Morena no está dispuesta a perder lo que tanto anheló y hoy, que se están gozando las mieles del poder, no van a permitir que nadie se los arrebate, si la polarización ya está tremenda en este discurso que ha logrado muy bien implantar nuestro presidente, prepárese, la cosa se pondrá cada vez peor, cada vez más férrea, más agresiva, más densa y ese ambiente de confrontación no favorece a nadie, solo a los interesados en preservar el poder.

Por supuesto, la oposición no se quedará atrás, están dispuestos a pulverizarse en su alianza, con tal de no permitir que AMLO siga mandando en este país, en tanto, usted y yo, ciudadanos de a pie, viendo a lo lejos cómo se arrebatan el poder.