Un informe diferente a todos los que había visto antes, todos los presentes nos manteníamos con una expectativa de saber que íbamos a escuchar, definitivamente el ambiente se sentía como de excesiva tranquilidad en todo alrededor del teatro, mucha seguridad, muchos hombres vestidos de civiles alrededor de los asientos del teatro observando con atención, en los pasillos, en las entradas y en las calles aledañas al recinto.

Me refiero al primer informe de actividades del presidente municipal de Celaya Javier Mendoza Márquez y no era para menos. Desde la entrada el Halcón 2 afuera del teatro, recibía a todos los asistentes, uno de los logros más importantes que se consolidan en la gestión de don Javier, una inversión que no pudo quedarse en San Miguel de Allende y que por fortuna se quedó en Celaya, pues ha servido para presumir ampliamente la construcción de esta aeronave, también el gobernador durante su informe, la colocó en medio del escenario donde hablo de los logros de su cuarto año de gestión.

Mucha gente asistió, algunos se quedaron de pie en el recinto, todos acompañaron al alcalde y a su familia en una muestra de respaldo, de acompañamiento, al presidente menos panista en la historia de Celaya, los panistas le arroparon, senadores, diputados federales, locales, secretarios de estado, militares, todos estaban ahí, tal vez también por la curiosidad que sigue generando el saber cómo se encuentra él, después de tan duro golpe y lo dejo ver en el evento.

Una gran producción del evento, permitió que la vistosidad del mismo no hiciera tan notorio el hecho de que las cifras de grandes inversiones y los logros por ejemplo en materia de obra pública no se mencionaran, dos enormes pantallas mostraban de forma paralela a lo que el alcalde leía cada una de las cosas que se proyecta se realizaran durante su gestión, la verdad, no se habló de logros alcanzados sino de una visión de lo que se podrá consolidar de contar con todo el apoyo del estado, en materia presupuestaria.

Cabe decir, que las inversión de 259 millones de pesos que el gobernador comprometió, está sujeta a que le autoricen un nuevo endeudamiento, de no ser así, nada de eso ocurrirá, desde la presentación del programa de gobierno, ya se vienen haciendo los mismos anuncios y nada ha caminado porque no hay presupuesto, por poner solo un ejemplo, la rehabilitación del puente Constituyentes, que no se trata de una obra de relumbrón, sino de urgente acción por el peligro que representa a los automovilistas, su latente colapso.

Se habló en el eje de la seguridad del plan para adquirir más de 800 cámaras de vigilancia para que cada centímetro de la ciudad este vigilado y video grabado, pero eso tampoco ha ocurrido, lo que sí es un hecho consumado es la detención y desarticulación de bandas delictivas operando en la ciudad y el decomiso de miles de dosis de drogas, como parte de las acciones de gobierno del primer año de trabajo.

En general se informó, como en una relatoría las cosas buenas que le han pasado a la ciudad y que a decir verdad, no son propiamente alcances proyectados desde la administración municipal, pero son dignas de presumirse, por ejemplo, la mención del Financial Times al municipio de Celaya, considerándola una de las 100 ciudades del futuro, o la millonaria inversión que hace Ferromex de 600 millones de pesos en el distribuidor vial sur, con recursos propios y de inversión privada.

Don Javier ha tenido la fortuna de que en su gestión se aterrice el gran proyecto del ferroferico y con la presencia en su informe del Presidente de Kansas City Southern México, Oscar del Cueto y el reconocimiento que le hace públicamente a través de un video, deja en claro, que su participación fue determinante para que se consolidara la firma de acuerdo para que Kansas invierta en sacar sus vías de la ciudad 4 mil millones de pesos.

Y así podría seguir desglosando cada una de las áreas de la administración municipal y diciendo con franqueza que no hay mucho que informar, o al menos eso pareció en el informe, o tal vez no quisieron hacer lo que siempre se hace, llenar de números y cifras al auditorio presente, tal vez la idea era hacer el planteamiento de que se están sentando las bases, para el Celaya que se quisiera tener en el corto plazo, me pareció más, un llamado a la conciencia de los celayenses, a dejar de tirarnos tierra y hablar mal de todo, cuestionar todo ¿y al final eso qué nos da?

El alcalde nos hizo reflexionar acerca de la importancia de creérnosla, de hablar bien de la ciudad, de tratar de sacar lo mejor de lo peor que hoy tenemos, y cuando es él quien lo pide, toma sentido, un hombre que hoy tiene que cargar en sus espaldas el dolor y la responsabilidad de haber perdido a uno de sus hijos, el hombre que no pudo renunciar a su cargo y tiene que levantarse todos los días y salir a dar la cara, aun sin ánimos.

El esposo, que tal vez enfrenta en silencio la culpa.

No sé usted, pero para mí durante las semanas anteriores, resulto imposible sentarme a escribir esta columna, al descubrir, que una gran parte de lo que hacemos en la prensa, es encontrar el negrito en el arroz y exhibirlo, y claro, creo realmente que buena parte de nuestra función radica en eso, pero durante días, perdió sentido el hacerlo.

Espero que el tiempo y el necesario duelo que enfrentan ellos como familia y nosotros como sociedad, por la pérdida de la tranquilidad y por las cientos de familias que viven dolidas por la pérdida de uno de los suyos, lo podamos transformar en empatía, no de esa, que justifique el mal actuar de un gobernante, sino de la que nos hace más humanos, para entender que hoy, todos estamos expuestos a peligros, y por tanto, debemos tratar de entender lo que viven otros.

Cuando tocó el turno de reconocer a la señora Rosita, fue imposible no quebrarse, como mamá, no puedo siquiera imaginar su dolor, su vacío en el corazón, y aun así, sigue cumpliendo como esposa, como primera dama, como mamá, abuela y como presidenta del DIF.

Es muy fuerte, lo que está pasando en Celaya, lo que nunca en la historia de un alcalde de la ciudad había ocurrido, ojalá seamos conscientes de entender el papel que debemos jugar ante estos retos y que más que justificaciones, encontremos en estas tragedias, el aliciente para transformar la ciudad de nuestros hijos, es mi deseo.