SINE QUA NON

  · domingo 29 de septiembre de 2024

SAÚL GARCÍA CORNEJO

LA TRANSICIÓN…

Estimados lectores, como es usual, los hechos siempre están a la vista. Cierto es también, que hay o puede haber distintas percepciones de un suceso. Incluso, algunos se atreven a decir que tienen su propia verdad.

Hasta ahora, nunca hubo una mujer al frente de la Presidencia de México, es un hecho. Sí, algunas lo intentaron sin lograrlo. Hagamos memoria: Rosario Ibarra de Piedra (1982 y 1988), Cecilia Soto y Marcela Lombardo (1994), Patricia Mercado (2006), Josefina Vázquez Mota (2012) y Margarita Zavala (2018), aunque al final desistió; son las únicas mujeres que han sido candidatas por la Presidencia de la República. Ibarra de Piedra, Soto, Lombardo y Mercado han representado opciones de izquierda; Vázquez y Zavala, de derecha. Por el PRI, que gobernó por más de 70 años consecutivos, no hubo una candidata presidencial. En esta ocasión, la candidata electa que tomará posesión en dos días más, al parecer es de izquierda, aunque en realidad no es contundente o digamos, ortodoxa en su ideología.

¿En realidad es cosa de los tiempos que vivimos? Es decir, la tendencia y empoderamiento femenino se consolida, a nivel mundial. Sin soslayar que todavía estamos en un medio misógino, hablando sólo de México, aunque esa realidad no es privativa de nuestra idiosincrasia.

El hecho de que una mujer vaya a portar la Banda Presidencial, además de ser inusitado, tiene otras implicaciones y su propio contexto. Especialmente, la expectativa que por sí sola, representa. No es muy saludable cerrar los ojos, o simplemente voltear hacia otro lado. No es simple política, ni una ideología contrastante, ni la simpleza de creer que es el tiempo de las mujeres. Se trata del destino de los mexicanos lo que se pone en juego.

Tal vez es temprano para hacer algún juicio de valor. Algunos hechos dan en apariencia una pauta: La continuidad de un proyecto que se llama la 4T. Sin embargo, no sería inadecuado hacer un alto y valorar lo que ha fallado, e igual lo que haya tenido éxito –por relativo que sea en ambos supuestos-.Y es simple, no hay nada perfecto, incluso a pesar de que la propaganda diga otra cosa.

El hecho de que sea una mujer quien vaya a encabezar al Poder Ejecutivo Federal, además de un cambio, resulta un reto, un enorme compromiso para la candidata electa y por reflejo, para las demás mujeres. Desde luego, en principio para las políticas. Otro problema, es o será el liderazgo. Que parece ser un lado débil de la candidata electa, pero siendo justos es pronto para verlo, por más que haya indicios fuertes de lo contrario. Hay pues, una duda razonable sobre esa capacidad, para cuando ya esté en funciones. Por supuesto, hay estrategias para ir abatiendo ese “poder” del que termina, por la que llega. Es una respuesta lógica, obvia y, por si fuera poco, necesaria.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Los mexicanos debemos ser fuertes, pensar y aceptar los hechos, sin tergiversar, ni permitir que otros cuyos intereses son aviesos, inconfesables, de avaricia, echen a perder lo andado en el tema de la democracia –aún, con todos sus defectos-. Al igual, va para Guanajuato, una mujer ha sido ungida y por supuesto, está en el mismo reto, la oportunidad similar. En ambos casos, rodeada de hombres que, algunos ya han demostrado que no son más leales que a sí mismos. Es lo que hay. Cuídense.

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