Llegaron los Reyes Magos y con ellos miles de sueños, alegrías, magia y diversión para chicos y grandes. Hace algunas semanas, mis hijos me preguntaban si los Reyes Magos existían, nunca pensé que fuera una de esas preguntas incómodas o más trascendentes en tu vida, la respuesta es muy clara: definitivamente existen en nuestros corazones, ahora bien, cómo le hacemos para que la magia de los Reyes logre permanecer todos los días del año, y que no se convierta solo en buenos deseos, o en la entrega de juguetes y dulces un día en particular.
A qué me refiero, si nos vamos a la historia, la única alusión que tenemos a estos personajes aparece en el Evangelio de San Mateo, en el que se menciona a unos “magos”, de quienes no da nombres, ni dice que fueran reyes y ni mucho menos que fueran tres. El Evangelio cuenta que unos magos llegados de Oriente fueron guiados por una estrella para que adorasen al rey de los judíos que acababa de nacer, el origen de los Reyes Magos tal como los conocemos en la actualidad, tiene su origen en una larga tradición medieval que los “bautizó” con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.
En España, y gracias a los testimonios escritos y artísticos que se guardan en la Biblioteca Nacional de España, somos testigos del nacimiento de esta leyenda a lo largo de los siglos, hoy en día esta festividad está cargada de simbolismo, desde el hecho que la noche previa al 6 de Enero haya una cabalgata donde los niños puedan apreciarlos a lo lejos, el hecho de conocer y poder disfrutar de tres estrellas en el firmamento y decir que son ellos, y seguimos con el hecho de colocar un zapato debajo del árbol o pino de Navidad para que dejen ahí los regalos, o bien aún ya más modernos dejar una carta en el árbol, especificando lo que los niños quieren que les traiga y todavía más actual, el hecho de colocar la carta en un globo y dejarlo libre para que llegara a ellos en medio del cosmos, esta última tradición cada vez más se opaca, ya que está comprobado la contaminación que genera.
Sea cual sea la manera de comunicarnos con estos personajes, lo importante, como lo mencionaba, es cómo dejar de ser un suceso y convertirlo en un proceso. Cuántos de ustedes después de comer un pedazo de rosca de Reyes se vuelve a acordar de ellos, seguramente pocos o nadie, la invitación es hacer esa reflexión, qué significa para nosotros los Reyes Magos, cómo hacer perdurable su objetivo, la adoración al niño Dios, colmarlo de regalos, de anunciar su llegada, de arroparlo y dar fe del nacimiento del creador, Magos o Astrólogos como varios autores los mencionan, al final son seres extraordinarios que logran tocar corazones, son capaces de unir familias enteras y de cumplir los sueños de los niños y por qué no, también de los adultos, no dejes de creer.
No dejes de soñar, de aspirar, pero sobre todo sé capaz de alcanzar y lograr, deseo de todo corazón que te toque un niño Dios en la Rosca y que éste te llene de bendiciones en este año que comienza. Provechito.