Estamos en la primera semana del regreso a clases, varios cambiaron de escuela, cambiaron de compañeros, es un momento propicio para hacer nuevas relaciones, para conocer a personas y darse la oportunidad de convivir con compañeros que nunca habían visto. Para muchos no solo es cambiar de grado, sino incluso de periodo, es decir de la primaria a la secundaria o bien a la preparatoria, o porque no hasta la Universidad, cambio de hábitos, de horarios, un sinfín de situaciones que nos ayudan a desarrollarnos y sacar la mejor versión de cada uno de nosotros, y lo platico y parece que fue ayer cuando cambié de escuela, la verdad si son cambios trascendentes en la vida de cada uno de nosotros. Ahora en el mejor de los casos, si pudieron entrar esta semana, porque hay lugares en nuestro país, que, por la inseguridad, las lluvias y otros temas hubo jóvenes que quizás no sea ésta su primera semana de clases, incluso algunos otros no tendrán los recursos necesarios para asistir, y otro gran porcentaje ya no quisieron seguir estudiando y no hubo quien los impulsara o apoyara para así hacerlo.
Es conocido que después de la pandemia, muchos niños y jóvenes dejaron de estudiar, un gran porcentaje no tenía los medios (Computadora, internet) para llevar a cabo sus estudios y durante esos meses encontraron alguna otra manera de “pasar el día”, incluso algunos comenzaron a trabajar y se complicaron las cosas en sus hogares y sus familias.
Adicional a que la escuela no solo es un espacio físico para ir a aprender lo que hoy en día existe dentro de los programas tradicionales de educación en nuestros país, que podemos o no estar de acuerdo si son los mejores para preparar a los niños y jóvenes para la vida cotidiana, también es un lugar donde las relaciones interpersonales cobran mayor relevancia, porque siempre será indispensable que convivan con personas de la misma edad, que se formen criterio, que aprendan a reconocer valores, culturas y fortalezcan lazos de amistad y unión con personas con los mismos ideales y que esta unión sea a través de los años, quizás para muchos los mejores amigos, son los compañeros de alguno de los grados escolares. Aunque es verdad que hay personas que de manera innata tienen mejores habilidades sociales que otras y se les da mejor establecer y mantener unas buenas relaciones interpersonales, también podemos aprender a desarrollar esta habilidad. Una característica importante que acompaña a las buenas relaciones interpersonales es aceptar la diversidad, es reconocer que entre el negro y el blanco hay una escala infinita y maravillosa de grises que tenemos que aceptar. Sé flexible, abre tu mente, no seas rígido acostúmbrate a convivir con la diversidad.
