Una cada 10 minutos.
El cierre del periodo ordinario del poder legislativo de nuestro país no tiene parecido alguno con un proceso de deliberación, discusión, debate, análisis, investigación legislativa... nada que tenga que ver con las preocupaciones de sociedad para su mejor desarrollo, para su mejor convivencia como sociedad, para La Paz y la tranquilidad de los mexicanos.
Paradójicamente vimos un proceso que ni los propios diputados y senadores del partido que tiene el mayor número de escaños en las cámaras podrían explicar, tampoco parece que tuvieran interés alguno en explicar… simplemente actuaron como lacayos del imperio, obedientes a las instrucciones de los operadores de las tribus que le tripulan las decisiones al poder ejecutivo.
La orden fue que se aprueben estas 20 iniciativas de reformas a las leyes de nuestro país, algunas de ellas, constitucionales antes de que se termine el periodo ordinario (... pero si solo falta una semana.)
Y sin argumentar nada, sin contradecir, sin preguntar nada, simplemente fueron a llevar las iniciativas a las respectivas cámaras y a votar.
No se presentaron iniciativas a las comisiones, se dieron por innecesarias las discusiones en la tribuna, se obviaron todos los trámites y a votar entre otros temas la eliminación del INSABI, más poder a las fuerzas armadas, eliminar al CONACYT… es decir, decisiones que solo apuntan a continuar con el desmantelamiento del estado mexicano.
Más claramente, el poder legislativo hoy es un trámite para acelerar el desmantelamiento del estado mexicano, justificar que se hizo una votación y proceder a las instrucciones que se deriven para sacar los fondos económicos de las instituciones respectivas y seguir tomando el dinero de estas instituciones para las prioridades del autócrata que dice que se enfermó la semana pasada.
Es regresar al cinismo del PRI de los años setenta, cuando en el senado de la República solo había miembros de este instituto político, solo que ahora hay miembros de otros partidos, algunos simplemente sumisos al partido mayoritario y con escenarios diferentes, en la cámara de diputados la mayoría legislativa les da las condiciones para hacer “legalmente” lo que quieran, en el senado, tuvieron que hacer trampas y manipular la agenda, salirse del recinto legislativo y mentir para sacar una votación sin opositores presentes pero cumpliendo las instrucciones al pie de la letra: votar veinte iniciativas y llevar los resultados ante el supremo autócrata para decirle: a sus órdenes, hemos cumplido…
Las reacciones en el Congreso fueron “digeridas” por una mayoría de zombies, que solo entienden que hay que cumplir al pie de la letra las instrucciones... está de por medio que se queden fuera del reparto de poder en los procesos que están por venir, las reacciones en el Senado se tuvieron que “digerir” en medio de insultos y los golpes del senador Cravioto, pese a que habían acordado resolver el nombramiento de uno de los tres comisionados del INAI, los del MORENA, una vez más mintieron y luego de patéticas expresiones de defensa de la tribuna, resolvieron “hacer su cámara de senadores.. y votar solo ellos, los del autócrata, las veinte iniciativas, en promedio aprobaron una cada 10 minutos.
No importa el contenido de lo aprobado, tampoco las consecuencias, mucho menos les importa el daño que le hacen a los mexicanos... solo están “programados” para obedecer.
El señor que despacha desde el salón de tesorería del palacio nacional está dispuesto a militarizar el desastre y asegurarse que los mandos militares reciban los recursos ofrecidos, el poder de intervención en los temas civiles de la sociedad mexicana y las condiciones para que haya continuidad en la administración de este desastre en el próximo sexenio, por más velocidad que imponga en sus caprichos, la descomposición que se derivará de esas decisiones legislativas son de consecuencias graves para el desempeño armónico de la vida en el país.
Desde luego que avasallar, como lo hicieron en estas votaciones, pone todas las condiciones para controversias constitucionales y por tanto alargar estos debates ahora en la suprema corte, es decir, queda una última batalla constitucional, son consecuencias de darle el poder a una persona y su partido.
En medio de todas estas inconsistencias jurídicas, caprichos políticos y consignas ideológicas queda por resolver si la alianza opositora entenderá y llegará a tiempo a la propuesta ciudadana que haga frente a una marabunta de lacayos hambrientos del poder que está en juego para las elecciones del próximo año.
Si las cosas quedarán como propone el ejecutivo a partir de las iniciativas se hará un daño irreparable en el sector salud. Impensable que estuviera peor y sin embargo este gobierno quiere un sistema de salud como de los años setenta con la población de un país de cincuenta años después, mientras siguen muriendo por falta de medicamentos, de insumos médicos, de atención. El actual gobierno ha destrozado los servicios de salud de manera miserable.
Ahora definirá los lineamientos de investigación en el país un consejo formado por medio gabinete presidencial, entre ellos los mandos militares y entrará en crisis toda la propuesta de investigación, como iniciativa de los científicos.
Y sin embargo mantengo mi convicción de que el futuro de nuestra gran nación está en manos de la sociedad y en especial de las generaciones jóvenes que pueden dar vuelcos intempestivos a las rutas de desastre que sigue el actual gobierno dejando las manos libres a las bandas de delincuentes y atropellando a las instituciones que le dan estabilidad a la vida del país.
La miopía de un autócrata puede hacer un daño irreparable, pero se puede evitar que esta visión miope permanezca por más tiempo.
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez, Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato
gmg@gerardomosqueda.com.mx