/ martes 3 de septiembre de 2024

Prospectiva

Pausa... aunque no nos entendamos…

¿Como para qué?

La relación del gobierno mexicano con las autoridades de Canadá y Estados Unidos “son buenas, pero están en pausa”.

La pregunta que se han hecho los medios de comunicación y por supuesto, los cuerpos diplomáticos; derivado de los cuestionamientos abiertos de los embajadores de Estados Unidos y de Canadá y que han sido suficientemente claros respecto al daño que provoca la sola propuesta de una reforma al poder judicial mexicano que consiste fundamentalmente en la pretensión de elegir a los miembros del poder judicial por un proceso de elección popular en donde queda como algo irrelevante la preparación jurídica que demanda la impartición de justicia.

Se ha dicho hasta el cansancio que reformar el poder judicial es una más de las venganzas del presidente saliente, no tiene dirección, no tiene sentido, no tiene futuro, pero para los seguidores del presidente saliente empezando por la presidente electa, tiene una trascendencia inexplicable que se logre someter a los actuales miembros del poder judicial al capricho de un autócrata.

Las decisiones que se plantean sobre el poder judicial y que el día de hoy regresan a un escenario de incertidumbre, representan la pérdida del equilibrio entre los poderes del Estado y por tanto la configuración de un estado no democrático en una ruta acelerada hacia una dictadura. Una vez que se ha consumado la aberración de validar las sobrerrepresentaciones por encima de toda lógica.

El presidente saliente ha dicho que “pausar significa que vamos a darnos nuestro tiempo…” (sic). Las tres naciones socios comerciales en el Marco de un tratado que ha sido actualizado, que ha sido benéfico para las tres naciones, que representa la operación de balanza comercial más importante con Estados Unidos en toda la historia moderna.

En medio de acusaciones, de cruce de declaraciones y teniendo como entorno un proceso político en donde los Estados Unidos elegirán a su nuevo presidente, se genera una polémica para la cual el presidente saliente usa un recurso “diplomático” que sólo él entiende, declaró en pausa la relaciones con España cuando el gobierno español se rehusó a disculparse por los abusos cometidos durante la conquista, lo que usted quiere entender, estimado lector… declaró en pausa la relaciones con el gobierno de Perú para manifestar su enojo con la presidenta de ese país… ¿qué es una pausa diplomática? Adivinando sin poder definir para el presidente López. Es una especie de comodín que se usa a discreción y que se manifiesta desde la tribuna del patio de tesorería del palacio nacional para evidenciar que el presidente de México tiene diferencias de criterio con otros países... y no entiende, ni quiere entender que lo que recibió de parte de los gobiernos mencionados es una clara objeción al manejo de la administración de justicia en nuestro país.

No obstante que exista una gama amplia de opciones para atender las diferencias entre los países, que son fórmulas que han asumido los diplomáticos que atienden las diferencias entre ellos y que van desde un extrañamiento diplomático hasta la ruptura de las relaciones, que corresponden a las distintos grados de la ofensa, entre esos países, de acuerdo a términos del derecho internacional, al presidente mexicano le importa muy poco consultar a su cancillería o a cualquier experto en el tema; no quiere hacer las cosas bien en materia diplomática, simplemente quiere dejar claro su berrinche sin importarle las consecuencias de sus dichos.

Las pausas no tienen ningún contenido de carácter jurídico, son simple y llanamente una declaración, una ocurrencia para dejar un mensaje político, no diplomático, pero abren un abanico amplio, de alternativas para la reacción de los involucrados y enfatizan las especulaciones sobre las tensiones entre estos países.

Que las relaciones con Estados Unidos y Canadá son tensas, nadie lo duda, Sin embargo, contienen riesgos mayores para México que para los otros dos países. Quizás por eso el presidente de México tuvo que aclarar que la pausa aplica sólo para los embajadores, Salazar y Clark… seguramente concedió que “alguien” le explicara y dejó de hablar del tema antes de deteriorar más las relaciones con ambos países, por lo que las relaciones con los gobiernos de ambas naciones continúan.

¿Entonces?

Ya el presidente saliente había criticado al departamento de Estado que es el brazo diplomático del gobierno de Estados Unidos, da la impresión de que la falta de claridad sobre las implicaciones de la pausa provocó que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá acusaron de recibido y el subsecretario para el hemisferio occidental del departamento de Estado respaldó al embajador Salazar y dejó claro que las preocupaciones del embajador sobre los riesgos para la democracia mexicana al debilitarse al poder judicial son preocupaciones de todo el aparato democrático estadounidense y significan una manifestación explícita del nerviosismo de los inversionistas americanos en nuestro país.

La crisis provocada por el intento de controlar a todo el ejercicio del poder judicial... quizá tomando precauciones y sin medir las consecuencias, lo que realmente sucede es que la elección popular de jueces y la eliminación de órganos autónomos en la vida democrática de nuestro país, pone en riesgo las obligaciones de México ante los tratados internacionales y debilitan la confianza de toda la inversión extranjera directa en el país.

La displicencia con que se presenta el presidente saliente deja en condiciones críticas la llegada de la nueva presidente de México.

Si al presidente López le importa el futuro de las relaciones con los países del tratado no parece mostrarlo como una prioridad, pero resulta que en medio de esta crisis provocada por el presiente están las detenciones, hasta hoy insuficientemente explicadas de los narcos delincuentes que hoy siguen sin poder explicar como “aparecieron” en Estados Unidos.

Tal vez es lo que más preocupa al presidente saliente.

Por lo pronto se aplaza la votación de las reformas… esperemos que alguien de la explicación pertinente, aunque sea la presidenta electa…

Hasta la próxima en prospectiva

José Gerardo Mosqueda M.

Pausa... aunque no nos entendamos…

¿Como para qué?

La relación del gobierno mexicano con las autoridades de Canadá y Estados Unidos “son buenas, pero están en pausa”.

La pregunta que se han hecho los medios de comunicación y por supuesto, los cuerpos diplomáticos; derivado de los cuestionamientos abiertos de los embajadores de Estados Unidos y de Canadá y que han sido suficientemente claros respecto al daño que provoca la sola propuesta de una reforma al poder judicial mexicano que consiste fundamentalmente en la pretensión de elegir a los miembros del poder judicial por un proceso de elección popular en donde queda como algo irrelevante la preparación jurídica que demanda la impartición de justicia.

Se ha dicho hasta el cansancio que reformar el poder judicial es una más de las venganzas del presidente saliente, no tiene dirección, no tiene sentido, no tiene futuro, pero para los seguidores del presidente saliente empezando por la presidente electa, tiene una trascendencia inexplicable que se logre someter a los actuales miembros del poder judicial al capricho de un autócrata.

Las decisiones que se plantean sobre el poder judicial y que el día de hoy regresan a un escenario de incertidumbre, representan la pérdida del equilibrio entre los poderes del Estado y por tanto la configuración de un estado no democrático en una ruta acelerada hacia una dictadura. Una vez que se ha consumado la aberración de validar las sobrerrepresentaciones por encima de toda lógica.

El presidente saliente ha dicho que “pausar significa que vamos a darnos nuestro tiempo…” (sic). Las tres naciones socios comerciales en el Marco de un tratado que ha sido actualizado, que ha sido benéfico para las tres naciones, que representa la operación de balanza comercial más importante con Estados Unidos en toda la historia moderna.

En medio de acusaciones, de cruce de declaraciones y teniendo como entorno un proceso político en donde los Estados Unidos elegirán a su nuevo presidente, se genera una polémica para la cual el presidente saliente usa un recurso “diplomático” que sólo él entiende, declaró en pausa la relaciones con España cuando el gobierno español se rehusó a disculparse por los abusos cometidos durante la conquista, lo que usted quiere entender, estimado lector… declaró en pausa la relaciones con el gobierno de Perú para manifestar su enojo con la presidenta de ese país… ¿qué es una pausa diplomática? Adivinando sin poder definir para el presidente López. Es una especie de comodín que se usa a discreción y que se manifiesta desde la tribuna del patio de tesorería del palacio nacional para evidenciar que el presidente de México tiene diferencias de criterio con otros países... y no entiende, ni quiere entender que lo que recibió de parte de los gobiernos mencionados es una clara objeción al manejo de la administración de justicia en nuestro país.

No obstante que exista una gama amplia de opciones para atender las diferencias entre los países, que son fórmulas que han asumido los diplomáticos que atienden las diferencias entre ellos y que van desde un extrañamiento diplomático hasta la ruptura de las relaciones, que corresponden a las distintos grados de la ofensa, entre esos países, de acuerdo a términos del derecho internacional, al presidente mexicano le importa muy poco consultar a su cancillería o a cualquier experto en el tema; no quiere hacer las cosas bien en materia diplomática, simplemente quiere dejar claro su berrinche sin importarle las consecuencias de sus dichos.

Las pausas no tienen ningún contenido de carácter jurídico, son simple y llanamente una declaración, una ocurrencia para dejar un mensaje político, no diplomático, pero abren un abanico amplio, de alternativas para la reacción de los involucrados y enfatizan las especulaciones sobre las tensiones entre estos países.

Que las relaciones con Estados Unidos y Canadá son tensas, nadie lo duda, Sin embargo, contienen riesgos mayores para México que para los otros dos países. Quizás por eso el presidente de México tuvo que aclarar que la pausa aplica sólo para los embajadores, Salazar y Clark… seguramente concedió que “alguien” le explicara y dejó de hablar del tema antes de deteriorar más las relaciones con ambos países, por lo que las relaciones con los gobiernos de ambas naciones continúan.

¿Entonces?

Ya el presidente saliente había criticado al departamento de Estado que es el brazo diplomático del gobierno de Estados Unidos, da la impresión de que la falta de claridad sobre las implicaciones de la pausa provocó que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá acusaron de recibido y el subsecretario para el hemisferio occidental del departamento de Estado respaldó al embajador Salazar y dejó claro que las preocupaciones del embajador sobre los riesgos para la democracia mexicana al debilitarse al poder judicial son preocupaciones de todo el aparato democrático estadounidense y significan una manifestación explícita del nerviosismo de los inversionistas americanos en nuestro país.

La crisis provocada por el intento de controlar a todo el ejercicio del poder judicial... quizá tomando precauciones y sin medir las consecuencias, lo que realmente sucede es que la elección popular de jueces y la eliminación de órganos autónomos en la vida democrática de nuestro país, pone en riesgo las obligaciones de México ante los tratados internacionales y debilitan la confianza de toda la inversión extranjera directa en el país.

La displicencia con que se presenta el presidente saliente deja en condiciones críticas la llegada de la nueva presidente de México.

Si al presidente López le importa el futuro de las relaciones con los países del tratado no parece mostrarlo como una prioridad, pero resulta que en medio de esta crisis provocada por el presiente están las detenciones, hasta hoy insuficientemente explicadas de los narcos delincuentes que hoy siguen sin poder explicar como “aparecieron” en Estados Unidos.

Tal vez es lo que más preocupa al presidente saliente.

Por lo pronto se aplaza la votación de las reformas… esperemos que alguien de la explicación pertinente, aunque sea la presidenta electa…

Hasta la próxima en prospectiva

José Gerardo Mosqueda M.