Lamentable, triste y vergonzoso, así describiremos la sesión de la Cámara de Senadores, donde un Senador de apellido Yunes se escondió tras bambalinas y utilizó su apellido para heredarle el cargo a su acusado Padre de Pederastia, desvío de recursos, entre otros.
El jaque mate que utilizó el partido en el poder lo hizo a la vieja usanza, vamos a amenazarlos, vamos a orillarlos, vamos a ofrecerles el perdón, porque necesitamos el voto y así fue, que el partido en el poder y con el poder de controlar el destino de las personas a través de investigaciones y detenciones lo logró, hoy muy probablemente la negociación fue que le borrarían ese historial a la familia Yunes o por lo menos a su padre con la finalidad de obtener ese último voto que les faltaba y de esa manera Morena y aliados revivieron al demonio del edén, ese que está señalado por pederastia.
Revivirlo es lo de menos porque pues todos saben dónde está y donde vive, pero esas investigaciones cesarán totalmente y su hijo, pues bueno, ahora que no goza de fuero debería ser detenido, sin embargo, la negociación se llevó a cabo y se logró, las presiones dieron en el blanco y lograron el objetivo y ahora veremos el resultado de esta Reforma que pudiera ser necesaria, pero no en los términos presentados y no de la manera en que la lograron, si así presionan a la clase política qué nos espera a los simples mortales.
No olviden que Yunes miraba a todos con tanto temor que la mano le tembló tanto que no pudo detenerla, esa mano con la que hizo atroces crímenes, el miércoles le tembló, veamos qué sigue en este trágica novela que le espera al país y a los ciudadanos, los efectos ya han comenzado a sentirse y pueden ponerse peor.
Cito al periódico El País: Lo cuestionable en la aprobación de la reforma judicial es la posibilidad de que se haya conseguido echando mano de un recurso que traicionaría el sentido mismo de la reforma.
