La seguridad pública ha sido la principal preocupación de las y los mexicanos, desde que la incertidumbre se incrementó a partir de 2006 en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, cuando se nombró a Genaro García Luna como secretario de Seguridad Pública Federal. Lo que ocurrió en ese sexenio y en el siguiente, el de Enrique Peña Nieto, es conocido y sufrido en todo el país.
Durante la administración del presidente López Obrador se creó la Guardia Nacional, institución responsable de la seguridad pública a cargo de la Federación que cuenta actualmente con una fuerza de poco más de 133 mil elementos desplegados en todo el territorio nacional para proteger la vida, integridad y patrimonio de las y los mexicanos. La contribución de esta institución ha sido muy importante para reducir la incidencia delictiva en el país. El robo de hidrocarburos que surgió y fue tolerado en los gobiernos del PRI y del PAN se redujo 94%; el secuestro bajó 63%; el homicidio doloso disminuyó 18%, con datos de 2024, comparados con los de 2018.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana de junio de 2024, indicó que en el segundo trimestre de 2018 el 76% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad era inseguro, mientras que para junio de 2024 este porcentaje nacional bajó a 59%. En cuanto al nivel de confianza en las autoridades de seguridad pública, la Guardia Nacional tiene 80% de confianza, solo detrás de la Marina y el Ejército, mientras que las policías estatales tienen, en promedio, 61%.
Necesitamos seguir fortaleciendo a la Guardia Nacional mediante el incremento de sus capacidades institucionales, para seguir avanzando en garantizar la seguridad ciudadana.
Uno de los problemas de la violencia y la inseguridad en nuestro país, es el que la mayoría de los delitos no se investigan, por eso se requiere que las policías también cuenten con facultades plenas para recibir denuncias e iniciar investigaciones que sirvan para integrar las carpetas de investigación y, además, tengan la posibilidad de dar seguimiento a los procesos judiciales.
Los partidos políticos opuestos a las políticas de la Cuarta Transformación no solamente rechazan el fortalecimiento de la Guardia Nacional, sino que al mismo tiempo en los estados que todavía gobiernan no hacen nada para fortalecer a sus policías estatales.
Es el caso del estado de Guanajuato, primero es necesario señalar que se trata del estado más violento de todo el país, y durante este sexenio no se tomó medida alguna para mejorar su funcionamiento ni para fortalecer a su policía estatal. Al contrario, hoy su policía está más débil y desorganizada que hace seis años, además de que no tienen elementos que se hagan cargo de las tareas de investigación.
Uno de los aspectos relevantes que contiene la iniciativa de ley sobre la Guardia Nacional, es precisamente la de facultarla para el desarrollo de las tareas de investigación de los delitos, bajo la dirección de la persona titular del Ministerio Público.
El plantear que la Guardia Nacional sea un sistema dependiente de la Defensa Nacional como lo es la Fuerza Aérea, es garantizar la disciplina y lealtad al pueblo de México y al mando superior que representa la persona que se encuentra al frente de la Presidencia de la República, que al final de cuentas en ella recae y siempre ha recaído la Comandancia Suprema de las fuerzas armadas.