Hace ya 42 años, el Presidente José López Portillo emitió el decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 6 de noviembre de 1979, mediante el cual se establece que el día 12 de noviembre de cada año, día en que se conmemora el natalicio de la insigne literata mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, será dedicado a la divulgación del libro y, por consiguiente, a la promoción de la lectura.
Un libro es mucho más de lo que dice su primera acepción gramatical: un conjunto de muchas hojas que, encuadernadas, forman un volumen. Un libro es un instrumento para el desarrollo, tanto personal como social; una herramienta educativa que contribuye a la consolidación de la ciudadanía. Un libro -y sus lecturas- abren el pensamiento, nos llevan a lugares recónditos e insospechados y nos permiten estar cerca de las vidas de personajes fascinantes, tanto reales como ficticios, creación de las mentes prodigiosas con que cuentan los autores.
Un libro contiene y, en potencia, genera ideas, de ahí la importancia de sus lecturas.
No todo lo que dicen los libros, necesariamente, es cierto; pero para ello necesitamos leerlos, aprehenderlos para que, luego de un ejercicio de crítica y discernimiento, colegir respecto de la postura leída; en todo caso, es importante tener elementos argumentativos –que te dan los libros- para corroborar o rechazar el planteamiento leído.
Así pues, los libros proporcionan conocimientos, mejoran nuestros hábitos de lectura, desarrolla nuestras habilidades de escritura y potencia nuestras capacidades cognitivas.
En los libros encontramos nuestra identidad, profundizan nuestra conciencia y hace que perviva la Historia, respondiendo preguntas como ¿quiénes somos? ¿cómo se vivía hace siglos? ¿Vale la pena ejercer nuestra ciudadanía? ¿Cómo son otros países? ¿Nuestra calidad de vida es mejor que la de nuestros ancestros?
El Estado mexicano está reivindicando nuestro derecho a leer, en la inteligencia de que debe democratizarse el conocimiento. Así, el Fondo de Cultura Económica, dirigido actualmente por Paco Ignacio Taibo II, tiene unas colecciones con libros a precios muy accesibles, señaladamente la Popular y la Vientos del Pueblo, con historias muy recomendables; la primera con libros que cuestan cien pesos, en promedio; la segunda, con libros de doce pesos.
Por lo pronto, para conmemorar el Día Nacional del Libro, leeré Días de septiembre (Raúl Manríquez, 2022), una historia de dos amigos egresados de la Escuela Normal de Chihuahua que tomaron caminos distintos: uno profesor en la sierra, otro, líder sindical. La obra, dice la sinopsis, «[…] refleja un complejo contexto marcado por la corrupción, el narcotráfico y la violencia, pero también la lucha social en favor de la educación y la equidad, en un contexto de duras realidades, y a la vez de anhelos de progreso y avance para México.».
Para finalizar, envío la siguiente invitación: tomemos el libro y dejemos los teléfonos celulares, leamos los libros y veamos menos redes sociales. Invirtamos mejor nuestro tiempo de ocio.
germanrodriguez32@hotmail.com