/ jueves 27 de junio de 2024

Día de la Administración Pública

El 20 de diciembre de 2022 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió declarar que el 23 de junio sería el Día de las Naciones Unidas para la Administración Pública, por lo que la presente entrega se realiza en conmemoración del evento que, en el año que corre, se festejó el domingo pasado. El objetivo de la declaración internacional fue estimular y celebrar el valor del servicio público y destacar su contribución en el desarrollo individual y colectivo.

Administrar lo público es sumamente complicado, comenzando porque debe administrarse la actividad de los millones de personas que laboran en el sector público (gobierno); cada servidor público debe administrar su tiempo para lograr los objetivos. Administrar es decidir con los elementos al alcance y asumiendo riesgos (que siempre existen). Huelga decir que, las decisiones tomadas han de ser las mejores, luego de un ejercicio de análisis y de prospección.

Con motivo de la conmemoración se presenta un buen momento para para reconocer la necesidad de la modernización de la Administración Pública y que ésta debe orientarse a lograr resultados, los que pueden sintetizarse en abonar, directa o indirectamente, desde la función que toque realizar, a mejorar el estilo de vida social que, lleva de suyo, mejorar el estilo de vida en lo individual. Por tanto, es necesaria la profesionalización de los servidores públicos, pues no debe estarse improvisando en la toma de decisiones que afectan lo público; además, es importante su capacitación continua, pues la Administración Pública de hoy, es distinta a la de hace una década; es dinámica y cambiante, como la sociedad misma.

Tradicionalmente se ha identificado a la Administración Pública con el Poder Ejecutivo; sin embargo, estimo que va más allá, pues también los otros Poderes públicos (Legislativo y Judicial), los órganos autónomos, tanto federales como estatales, y los municipios, deben decidir en torno a asuntos públicos, es decir, deben administrar.

Lamentablemente la Administración Pública carga con el estigma de ineficiencia y corrupción, alimentado por la caricatura de servidor público involucrado en el quebranto normativo, o bien, por los casos documentados de servidores públicos que sugieren prácticas corruptas. Sobre el particular, es de señalarse que, ciertamente, en el servicio público hay corrupción, como la hay en el sector privado; y, no obstante, es necesario señalar que también hay millones de personas que trabajan en el servicio público que son responsables, honorables y aptos para desempeñar su trabajo, por lo que denostar el servicio público con sustento en lo primeramente señalado, es un yerro monumental, mayúsculo.

La presente colaboración, pues, con motivo de la conmemoración del Día de las Naciones Unidas para la Administración Pública, sirva como un reconocimiento a las personas servidoras públicas que, de manera honorable, íntegra y responsable -que las hay muchas- cumplen diligentemente con su trabajo. Hago votos para que la Administración Pública se depure de los malos elementos que, también tiene y contribuyen a alimentar el estigma referido con anterioridad.

germanrodriguez32@hotmail.com

El 20 de diciembre de 2022 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió declarar que el 23 de junio sería el Día de las Naciones Unidas para la Administración Pública, por lo que la presente entrega se realiza en conmemoración del evento que, en el año que corre, se festejó el domingo pasado. El objetivo de la declaración internacional fue estimular y celebrar el valor del servicio público y destacar su contribución en el desarrollo individual y colectivo.

Administrar lo público es sumamente complicado, comenzando porque debe administrarse la actividad de los millones de personas que laboran en el sector público (gobierno); cada servidor público debe administrar su tiempo para lograr los objetivos. Administrar es decidir con los elementos al alcance y asumiendo riesgos (que siempre existen). Huelga decir que, las decisiones tomadas han de ser las mejores, luego de un ejercicio de análisis y de prospección.

Con motivo de la conmemoración se presenta un buen momento para para reconocer la necesidad de la modernización de la Administración Pública y que ésta debe orientarse a lograr resultados, los que pueden sintetizarse en abonar, directa o indirectamente, desde la función que toque realizar, a mejorar el estilo de vida social que, lleva de suyo, mejorar el estilo de vida en lo individual. Por tanto, es necesaria la profesionalización de los servidores públicos, pues no debe estarse improvisando en la toma de decisiones que afectan lo público; además, es importante su capacitación continua, pues la Administración Pública de hoy, es distinta a la de hace una década; es dinámica y cambiante, como la sociedad misma.

Tradicionalmente se ha identificado a la Administración Pública con el Poder Ejecutivo; sin embargo, estimo que va más allá, pues también los otros Poderes públicos (Legislativo y Judicial), los órganos autónomos, tanto federales como estatales, y los municipios, deben decidir en torno a asuntos públicos, es decir, deben administrar.

Lamentablemente la Administración Pública carga con el estigma de ineficiencia y corrupción, alimentado por la caricatura de servidor público involucrado en el quebranto normativo, o bien, por los casos documentados de servidores públicos que sugieren prácticas corruptas. Sobre el particular, es de señalarse que, ciertamente, en el servicio público hay corrupción, como la hay en el sector privado; y, no obstante, es necesario señalar que también hay millones de personas que trabajan en el servicio público que son responsables, honorables y aptos para desempeñar su trabajo, por lo que denostar el servicio público con sustento en lo primeramente señalado, es un yerro monumental, mayúsculo.

La presente colaboración, pues, con motivo de la conmemoración del Día de las Naciones Unidas para la Administración Pública, sirva como un reconocimiento a las personas servidoras públicas que, de manera honorable, íntegra y responsable -que las hay muchas- cumplen diligentemente con su trabajo. Hago votos para que la Administración Pública se depure de los malos elementos que, también tiene y contribuyen a alimentar el estigma referido con anterioridad.

germanrodriguez32@hotmail.com