“Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara”. Michel de Montaigne
Frases y palabras halagadoras invaden las redes sobre la senectud. Utopías que se las lleva el viento, quimeras que ocultan la verdad de los que logran acercarse a la centuria de la vida. Un ángulo real, es el aspecto anatómico, fisiológico y evolutivo del cuerpo y la mente, cuya manifestación patente es la inevitable debilidad muscular y en muchas personas el deterioro cognitivo.
Otro ángulo es en relación con la filosofía, donde me llama la atención el sentido de la vida, la identidad personal, la relación con la familia y con los demás, la justicia y la autonomía que debe concederse al anciano que conduce a varias interrogantes sobre el significado que tiene vivir sin el apoyo de amigos y familiares que dejaron este mundo. Es cuando el que ha cumplido la mayor parte de la existencia que puede llevar a una crisis existencial si la persona es relegada por la sociedad, empezando por su propia familia donde el abandono lo lleva a preguntarse ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos? Una situación inesperada que compromete todo el ser para lo que no hay respuesta, al menos una que satisfaga medianamente la inquietud del por qué y para qué se llegó a esa edad.
En un artículo de la psicóloga del ISSTE Elvira Cabada Ramos, señala con tino y válido para todas las edades, que los seres humanos necesitan preocuparse por dar sentido a sus vidas para que cada uno imprima y seleccione para sí mismo lo que más le conviene. La clave es que cada quien tiene que descubrirlo por sí mismo. Propuesta que debe aplicarse con mayor esmero en la vejez, en particular a los que abruma la soledad.
Si como en ocasiones el anciano enfrenta la indiferencia de los que, si bien les va, llegarán a la misma situación. Esa relación del que está en plenitud de sus funciones frente al que tiene alguna discapacidad física fue abordada magistralmente en una conferencia por Zoom titulada “Inclusión” transmitida para Latinoamérica hace ocho días por la socia del Club de Leones “León Mundo Incluyente” Elizabeth Medellín Torres, exposición adicionada de comentarios encomiásticos de expertos de México, Argentina, Paraguay y otros países.
Inclusión que para los ancianos se deben optimizar las condiciones de igualdad en el trato personal, en recursos y derechos dentro de la sociedad. Un compromiso en el respeto y la capacidad que tengan para participar en actividades que con frecuencia le son menospreciadas. Darles el lugar que merecen en la sociedad que de ninguna manera es inferior en valores de los que tienen menor edad. Inclusión social, contrario a la exclusión que con frecuencia se ve en el trato que se da a estas personas, en particular dentro de la misma familia.
Colofón. Me han preguntado ¿qué debo hacer para retardar la decrepitud en la edad avanzada? Mi opinión es que el 50% depende de: a) los genes que llevas. b) la calidad de tus alimentos. (“Deja que el alimento sea tu medicina y la medicina sea tu alimento”. Hipócrates). c) de practicar ejercicio físico y mental, recuerda, lo que no se usa se estropea o deja de funcionar. d) si tienes enfermedad crónica, si eres diabético y/o hipertenso, lleva control estricto a los parámetros normales. e) mantén tu peso ideal, si eres obeso, baja de peso. f) no fumes, se parco con las bebidas alcohólicas g) no esperes estar enfermo para un chequeo anual de tu estado de salud.
El otro 50% es ser feliz. Si caes, levántate con más bríos, se aprende más de los fracasos y los desengaños que de los triunfos. Ríe, Ama, se positivo.
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