/ martes 21 de marzo de 2023

CINECRÍTICA

“La ballena. The whale”

La esencia de cada director, es algo que pocos pueden lograr, dado que muchas veces, las películas son por encargo, y solo algunas, se dan por el simple hecho de haber escrito o elegido una historia que represente lo que busquen transmitir, pero el director Darren Aronofsky, se da el gusto de escribir o seleccionar lo que dirigirá, siendo justo eso, lo que permite dejar su esencia, su sello particular en cada una de sus películas y en esta ocasión con “La ballena. The whale”, no fue la excepción.

Teniendo como principal base en sus películas, las obsesiones, las exigencias, los excesos y en una que otra cinta, los pasajes bíblicos, ha logrado transmitir historias que pueden llevar al espectador a sentir cierto conflicto consigo mismos y es justo eso, lo que lleva a las cintas dirigidas por Darren Aronofsky, a tener una esencia clara en cada uno de sus trabajos, aunque no todos sean muy reconocidas.

“La ballena. The whale”, es una historia escrita por el dramaturgo Samuel D. Hunter, quien hizo en conjunto con el director, la adaptación para el cine, siendo esta parte muy criticada por su toque teatral, pero que en realidad, solo en un estricto modo, se le puede dar importancia a esta parte, porque logran acercar de manera cinematográfica la historia pensada principalmente para teatro, pero en conjunto con todo lo demás, hacen que la película funcione, sin tanta teatralidad.

La historia nos cuenta cómo un profesor de literatura, quien imparte sus clases en línea, debido a su condición de obesidad mórbida, escondiéndose tras el pretexto de que su cámara no sirve, se ve orillado a restablecer contacto con su hija a quien abandonó para poder realizarse con su nueva pareja, pero que dadas las circunstancia, busca restaurar esta relación para sentir que hubo algo que hizo bien.

Siendo una película que se lleva a cabo principalmente en un pequeño departamento, logran sacar jugo con las diferentes interpretaciones dando la intención apropiada para que el guion cobre la fuerza necesaria y logre el impacto que ha tenido, pese a las críticas divididas, pero que el público ha dado el veredicto final, dejándola bien parada con las ganancias en taquilla y en algunas entregas de premios cinematográficos.

Dentro de las cosas que generan impacto, es el regreso de Brendan Fraser, quien tras haber pasado algunos años ausente en la industria por problemas de acoso con un productor, quien al parecer, hizo que se cerraran muchas ofertas laborales, el actor, regresa con un papel, que lo ha vuelto a colocar en las filas, demostrando que no solo es un actor cómico, y que el drama se le da muy bien, siempre y cuando sea bien dirigido, y por ello es que con la interpretación del profesor Charlie, ha logrado ser nominado y ganador de varias preseas cinematográficas y es que no es para menos, porque no solo fue la labor de aguantar las prótesis y una botarga que limitaba la movilidad del actor, sino que tuvo que transmitir con la intención apropiada cada línea, mostrando su labor histriónica.

Todo el demás elenco también realizó muy buenas interpretaciones, como lo fue Hong Chau, Sadie Sink, Ty Simpkins, Samanta Morton entre otros pocos más, recayendo el peso en Fraser, pero todos siendo parte importante para que la historia se diera favorablemente.

La fotografía a cargo de Matthew Libatique, quien acostumbra trabajar desde ya hace tiempo con el director, logra impactar con ciertas tomas, donde hacen alusión a una ballena, y mostrando los elementos necesarios en una historia donde todo transcurre principalmente en un departamento, pero teniendo un trabajo decente en este sentido, pero dejando claro que no ha sido su mejor trabajo como director de fotografía, pero tampoco algo lamentable.

El maquillaje y peinado utilizado para el profesor Charlie, han sido de las cosas que más han impactado, dado el tiempo que tenían que invertir para tener todo listo durante cada día de rodaje, como el tener en claro cada uno de los detalles que debían cubrir para hacer lucir a Fraser como lo vemos en la pantalla.

Sin duda, “La ballena. The whale”, es una película que se quedará en el gusto de las personas, dejando no solo el impacto, sino la enseñanza misma de la historia, en donde pese a todo, hay que ver lo mejor de cada persona.