/ viernes 21 de junio de 2024

Rompiendo Paradigmas

Estamos en fecha de cierres de ciclos escolares, estamos festejando la graduación de nuestros seres queridos, hijos, hermanos, familiares y con ello, llega la fiesta, la reunión, pero creo que no solo es la manera de reconocer una de las más grandes áreas de oportunidad hoy en día, en nuestra sociedad, incluso en las áreas laborales es la falta de reconocimiento, algo que luego se nos olvida o que nos cuesta trabajo realizar, y no solo reconocer el hecho de terminar un ciclo, sino de haberlo hecho de la mejor manera, y cuál es la mejor manera, será desde el punto de vista de cada uno de nosotros.

El reconocimiento inicia desde uno mismo, muchas veces no somos capaces de reconocernos, de saber y reconocer el esfuerzo y dedicación que realizamos para concluir un ciclo, poner a prueba nuestro talento y nuestras habilidades, ser resilientes, enfrentar retos y alcanzar metas. Para algunos será importante la parte numérica, es decir una calificación, y como ya lo había comentado, en mi experiencia, no necesariamente es mejor alumno el de 10 y mal alumno el de 7, y lo digo desde la oportunidad de la docencia, pasando por mi etapa de estudiante, sobre todo porque tristemente nuestro sistema educativo en México sigue siendo tradicionalista, es decir llega el profesor, prepara la clase, si bien nos va, la imparte al grupo, hoy en día en muchos países está demostrado que la investigación, la exploración, da mejores resultados en el aprendizaje, incluso de manera lúdica es otra excelente manera de aprender, lo veo en mi trabajo, busco mecanismos lúdicos para temas como seguridad, operación, cultura y en los adultos da un excelente resultado por supuesto que con los niños, éstos serán mucho más fáciles y digeribles.

Hablando un poco más sobre reconocernos, es saber detectar nuestro talento, y el empeño que ponemos para enfrentar los retos que el día a día nos pone, cada día siempre hay algo qué enfrentar y requiere de nuestras habilidades, destrezas, conocimientos para sacar adelante estos retos, es indispensable reconocer y agradecer al término del día lo logrado y te darás cuenta de todo lo que lograste a través del día, el reconocerte y agradecerte genera bienestar, y esto es un círculo virtuoso que te permitirá sacar la mejor versión de ti.

El reconocimiento debe estar encaminado a observar una tarea y resaltar una característica positiva del carácter o de la personalidad del colaborador a quien se le dirige. El elogio va a satisfacer su necesidad de contar con la aprobación, no solo de sus compañeros, incluso de su supervisor, y reforzará el comportamiento positivo; por tanto, un mejor rendimiento que lo llevará a buscar un crecimiento personal y por supuesto su bienestar. También es importante examinarse a uno mismo y no frustrarse cuando no se tenga ese reconocimiento en las empresas. Es necesario generar culturas de reconocimiento desde nuestros hogares, y por supuesto, reconocer los pequeños y grandes logros. Nos leemos la siguiente semana.

Estamos en fecha de cierres de ciclos escolares, estamos festejando la graduación de nuestros seres queridos, hijos, hermanos, familiares y con ello, llega la fiesta, la reunión, pero creo que no solo es la manera de reconocer una de las más grandes áreas de oportunidad hoy en día, en nuestra sociedad, incluso en las áreas laborales es la falta de reconocimiento, algo que luego se nos olvida o que nos cuesta trabajo realizar, y no solo reconocer el hecho de terminar un ciclo, sino de haberlo hecho de la mejor manera, y cuál es la mejor manera, será desde el punto de vista de cada uno de nosotros.

El reconocimiento inicia desde uno mismo, muchas veces no somos capaces de reconocernos, de saber y reconocer el esfuerzo y dedicación que realizamos para concluir un ciclo, poner a prueba nuestro talento y nuestras habilidades, ser resilientes, enfrentar retos y alcanzar metas. Para algunos será importante la parte numérica, es decir una calificación, y como ya lo había comentado, en mi experiencia, no necesariamente es mejor alumno el de 10 y mal alumno el de 7, y lo digo desde la oportunidad de la docencia, pasando por mi etapa de estudiante, sobre todo porque tristemente nuestro sistema educativo en México sigue siendo tradicionalista, es decir llega el profesor, prepara la clase, si bien nos va, la imparte al grupo, hoy en día en muchos países está demostrado que la investigación, la exploración, da mejores resultados en el aprendizaje, incluso de manera lúdica es otra excelente manera de aprender, lo veo en mi trabajo, busco mecanismos lúdicos para temas como seguridad, operación, cultura y en los adultos da un excelente resultado por supuesto que con los niños, éstos serán mucho más fáciles y digeribles.

Hablando un poco más sobre reconocernos, es saber detectar nuestro talento, y el empeño que ponemos para enfrentar los retos que el día a día nos pone, cada día siempre hay algo qué enfrentar y requiere de nuestras habilidades, destrezas, conocimientos para sacar adelante estos retos, es indispensable reconocer y agradecer al término del día lo logrado y te darás cuenta de todo lo que lograste a través del día, el reconocerte y agradecerte genera bienestar, y esto es un círculo virtuoso que te permitirá sacar la mejor versión de ti.

El reconocimiento debe estar encaminado a observar una tarea y resaltar una característica positiva del carácter o de la personalidad del colaborador a quien se le dirige. El elogio va a satisfacer su necesidad de contar con la aprobación, no solo de sus compañeros, incluso de su supervisor, y reforzará el comportamiento positivo; por tanto, un mejor rendimiento que lo llevará a buscar un crecimiento personal y por supuesto su bienestar. También es importante examinarse a uno mismo y no frustrarse cuando no se tenga ese reconocimiento en las empresas. Es necesario generar culturas de reconocimiento desde nuestros hogares, y por supuesto, reconocer los pequeños y grandes logros. Nos leemos la siguiente semana.