/ viernes 3 de mayo de 2024

Rompiendo Paradigmas

Ahora que estoy escribiendo estas líneas para todos ustedes, me encuentro a un lado de la cama de mi madre, hoy en un hospital después de una tremenda caída que sufrió ayer, la cual le provocó fractura en su antebrazo izquierdo, una hemorragia intracraneana, un hematoma impresionante que le genera que no pueda abrir su ojo izquierdo y múltiples golpes en todo su cuerpo, pero gracias a Dios, consciente, lúcida y con un gran amor a sus hijos, quienes han estado al pie del cañón, día y noche, acompañándola y haciéndole pasar las calurosas tardes de la habitación del hospital más amenas e incluso sacándole algunas carcajadas, que aminoran por algunos minutos el dolor que le recorre por todo el cuerpo. Ahora está dormida, por fin se pudo acomodar, ayer después de la reducción de la fractura en el quirófano era tanto el dolor que no pudo dormir, hoy ya más tranquila y con un bulto que le ayuda a elevar la extremidad y estar más cómoda, duerme plácidamente, volteo y la observo con ese gran amor, no solo por el hecho de haberme dado la vida, sino por todo ese amor que tiene hacia cada uno de sus hijos, y que ha hecho personas de bien, con valores y principios, con ideales y sueños, hoy me toca regresar una de tantas noches de desvelo que tuvo conmigo cuando era pequeño, todas esas noches que me cuidaba después de una jornada intensa de trabajo en casa, atendiendo a mi padre y a mis hermanos, hoy me toca regresar un poquito de ese cuidado que me ha ofrecido durante tantos años.

Me da tanta ternura ver a mi Gurru, como de cariño le decimos, por aquel canario copetón que salía en la televisión, sacando papelitos en un programa de concursos, la veo indefensa, débil, cansada, pero con ganas de vivir, de seguir adelante, pero ha cambiado radicalmente su vida, la pérdida de dos hijos en menos de un año, adicional a su pareja de más de cincuenta años, debe de estar sufriendo un gran dolor en el alma, aunado en este momento por el dolor físico de su caída, hoy quiero agradecerle todo el amor que nos ha dado, todas esas noches de desvelo cuando estábamos enfermos, el estar al pendiente en cada momento, el amor que me inculcó por la repostería, hace unos pasteles y galletas exquisitas, gracias a ti madre tengo uno de mis mayores hobbies me encanta ir al mercado, porque cuando salía de la primaria la acompañaba al emblemático mercado de San Juan en Morelia, mi ciudad natal, gracias a ella amo la nata y en una concha de dulce aún más, la leche bronca era nuestra favorita, los frijoles de la olla y los refritos con manteca no se diga, ni estos ni las gelatinas pueden faltar en la casa de la abuela Gurru como le dicen mis hijos de cariño. Seguro estoy que saldrás de ésta madre, y seguiremos disfrutando cada tarde, cada visita, cada llamada por la distancia que hoy nos separa, disfruto tanto estos momentos de quietud a tu lado. ¡Siempre juntos madre, te amo!! Y recuerda estimado lector, en vida señor, en vida, acércate con ese familiar, con ese amigo y dile cuanto lo amas, no lo dejes para después, porque después puede ser demasiado tarde.

Ahora que estoy escribiendo estas líneas para todos ustedes, me encuentro a un lado de la cama de mi madre, hoy en un hospital después de una tremenda caída que sufrió ayer, la cual le provocó fractura en su antebrazo izquierdo, una hemorragia intracraneana, un hematoma impresionante que le genera que no pueda abrir su ojo izquierdo y múltiples golpes en todo su cuerpo, pero gracias a Dios, consciente, lúcida y con un gran amor a sus hijos, quienes han estado al pie del cañón, día y noche, acompañándola y haciéndole pasar las calurosas tardes de la habitación del hospital más amenas e incluso sacándole algunas carcajadas, que aminoran por algunos minutos el dolor que le recorre por todo el cuerpo. Ahora está dormida, por fin se pudo acomodar, ayer después de la reducción de la fractura en el quirófano era tanto el dolor que no pudo dormir, hoy ya más tranquila y con un bulto que le ayuda a elevar la extremidad y estar más cómoda, duerme plácidamente, volteo y la observo con ese gran amor, no solo por el hecho de haberme dado la vida, sino por todo ese amor que tiene hacia cada uno de sus hijos, y que ha hecho personas de bien, con valores y principios, con ideales y sueños, hoy me toca regresar una de tantas noches de desvelo que tuvo conmigo cuando era pequeño, todas esas noches que me cuidaba después de una jornada intensa de trabajo en casa, atendiendo a mi padre y a mis hermanos, hoy me toca regresar un poquito de ese cuidado que me ha ofrecido durante tantos años.

Me da tanta ternura ver a mi Gurru, como de cariño le decimos, por aquel canario copetón que salía en la televisión, sacando papelitos en un programa de concursos, la veo indefensa, débil, cansada, pero con ganas de vivir, de seguir adelante, pero ha cambiado radicalmente su vida, la pérdida de dos hijos en menos de un año, adicional a su pareja de más de cincuenta años, debe de estar sufriendo un gran dolor en el alma, aunado en este momento por el dolor físico de su caída, hoy quiero agradecerle todo el amor que nos ha dado, todas esas noches de desvelo cuando estábamos enfermos, el estar al pendiente en cada momento, el amor que me inculcó por la repostería, hace unos pasteles y galletas exquisitas, gracias a ti madre tengo uno de mis mayores hobbies me encanta ir al mercado, porque cuando salía de la primaria la acompañaba al emblemático mercado de San Juan en Morelia, mi ciudad natal, gracias a ella amo la nata y en una concha de dulce aún más, la leche bronca era nuestra favorita, los frijoles de la olla y los refritos con manteca no se diga, ni estos ni las gelatinas pueden faltar en la casa de la abuela Gurru como le dicen mis hijos de cariño. Seguro estoy que saldrás de ésta madre, y seguiremos disfrutando cada tarde, cada visita, cada llamada por la distancia que hoy nos separa, disfruto tanto estos momentos de quietud a tu lado. ¡Siempre juntos madre, te amo!! Y recuerda estimado lector, en vida señor, en vida, acércate con ese familiar, con ese amigo y dile cuanto lo amas, no lo dejes para después, porque después puede ser demasiado tarde.