/ martes 18 de junio de 2024

Prospectiva

Lo importante son los derechos humanos.

Parece normal que a unos cuantos días del acontecimiento político del sexenio y con los resultados del proceso electoral, se saturaron los medios, las redes sociales desglosando interpretaciones y análisis de los resultados del día de la elección.

Sigue siendo una asignatura pendiente la explicación del comportamiento democrático en el proceso electoral, por parte de los mexicanos que acudieron a las urnas, si es que fue así ... pero no dejará de ser muy importante también evaluar cualitativamente por qué 4 de cada 10 mexicanos decidieron no acudir a las urnas, aparentemente esto podría tener una respuesta rápida: no hubo candidato que les pareciera.

No tenían interés en ir a la urna ese día y como no se puede votar otro día, pues dejaron de hacerlo o bien la temperatura del medio ambiente rondaba los 30° y era incómodo estar esperando, es decir, cualquier respuesta se queda corta y hoy no tenemos claro, por el momento, la ausencia de los mexicanos en las urnas.

Desde luego que con los mexicanos que acudimos a las urnas, se define el mandato constitucional, la mandataria como se le llamará por primera vez en la historia de México, a la señora Sheinbaum le corresponderá conducir la vida política del país por los siguientes seis años.

Mientras tanto en estos cuantos meses tenemos un proceso que bien podría llamarse de transición de gobierno en el cual el presidente López tendrá que asumir que su mandato se termina y que Justo cuando él concluye inicia el mandato de la nueva presidenta.

¿Le asiste el derecho al actual presidente para tomar decisiones que trasciendan su periodo de mandato presidencial y afecten las decisiones que deberá tomar la nueva mandataria?

No, no le asiste ningún derecho para intervenir con sus decisiones en el periodo que como autoridad presidencial le concede la ley, sólo que el actual presidente no parece darle importancia alguna y así como intervino tomando decisiones antes de que tomara posesión en 2018. Hoy lo está haciendo para tomar decisiones que afectarán el siguiente sexenio.

O será que los analistas que pronostican una especie de Maximato en donde despacha la presidenta, pero gobierna el expresidente, ven alimentados sus análisis con las decisiones que está tomando el presidente López y que genera por lo menos incomodidad a la presidenta electa que tiene que salir a explicar que no habrá autoritarismos, que se gobernará con civilidad, que se tendrá apertura para dialogar con los opositores… Y aunque justifique la presidente electa que son parte del mismo movimiento y debiera de ser entendible este proceso de transición, la realidad es que se está configurando un nuevo escenario de crisis en el país, a partir de las reformas constitucionales que el presidente propone y que empiezan a ser publicadas algunas de ellas como la ley de amnistía, como las modificaciones a la ley del derecho de amparo que apenas han sido publicadas hace 48 horas y desde luego el escenario de conflicto contra el poder judicial en donde el movimiento morena, empezando por su propietario, el presidente López, estará apostado para liquidar la gestión de jueces y magistrados que actualmente ejercen su responsabilidad y cambiarlos por otras propuestas que como se ha dicho en el nuevo formato, deberán ser electas por los ciudadanos.

En algunos meses tendremos una nueva elección, si es que la sociedad organizada opositora, el propio poder judicial y desde luego, un bloque político opositor que por mermado que esté podrá usar la tribuna para discutir a nombre de los mexicanos que las reformas al poder judicial son hoy la materia de ocupación del presidente López para que antes de que se le olvide su venganza, tenga la posibilidad de cambiar no solamente los nombres de los miembros del poder judicial, fundamentalmente sus reglas de operación, que hoy siendo constitucionales, dejarán un vacío en el equilibrio de poderes y el alto riesgo de concentrar más poder en una persona.

Hasta hoy las declaraciones de la presidenta electa no aparecen indicar que le interese tener prisa alguna en la reforma del poder judicial, me reservo la opinión respecto a su conocimiento del tema, y si también para ella la reforma el poder judicial debiera de ser a toda prisa, es decir, gestionándose antes de qué tome posesión. cuál es la prisa, podría decirle cualquier mexicano, objetivamente hay otras urgencias.

Sólo menciono uno: el desmantelado sistema de salud en donde además de la ineficiencia en los servicios y el maltrato en las estructuras y en los pacientes, hay una especie de sistema de terror para que el personal médico y administrativo esté en riesgo de perder sus plazas laborales, porque el sistema está, además de todo financieramente quebrado.

Le han retirado todos los fondos y han convertido las mejoras al sistema de salud en un discurso interminable de promesas, de mentiras, mientras se sigue afectando precisamente a la porción de mexicanos que menos recursos tienen, que no cuentan con posibilidad alguna de un servicio de salud con costo a su bolsillo, porque no cuenta con la cantidad necesaria para pagar una consulta, ya no digamos para adquirir los medicamentos de su curación.

Pero las prioridades del presidente López no tienen que ver con resolver la inseguridad ni la salud, ni la educación, ni la infraestructura productiva, ni la energía. Su prioridad está normada por sus venganzas.

Una vez que han transcurrido los tiempos de quejas y de impugnaciones en el proceso electoral, parece que todos los mexicanos estamos recuperando las prioridades en la información, y la realidad nos vuelve a confrontar con los índices de inseguridad con la crisis financiera, por los anuncios y responsables del movimiento morena nos vuelve a conectar con la realidad de la falta de oportunidades para las generaciones jóvenes de mexicanos y nos vuelve a conectar con que las motivaciones que los mexicanos tuvieron para elegir a sus gobernantes no parecen haber tenido en su conciencia el desastre que proviene del desmantelamiento de las responsabilidades gubernamentales, por la sencilla, razón de qué el presidente tiene otras prioridades, a las que también se debe de someter la presidenta electa.

La violación a los derechos humanos en nuestro país es una constante, evidentemente, tiene su origen en la actuación, indolente y omisa de la autoridad, y aunque pareciera que los mexicanos no nos importan tener la cifra récord de crímenes dolosos en toda la historia moderna de nuestro país.

El desastre que proviene de la inseguridad con la que vivimos los mexicanos nuevamente está regresando a nuestras ocupaciones del día, porque no solamente no han disminuido los índices de crímenes dolosos, sino que se han incrementado.

El tema son los derechos humanos, y aunque se pudiera argumentar que todos los propósitos y todos los temas son prioritarios para la vida del país, la realidad es que hay desastres que siguen lastimando la dignidad de los mexicanos y que en escasos días estaremos nuevamente ante la realidad que no cambió con el proceso electoral porque el daño que se le ha hecho a la sociedad, especialmente a los mexicanos que tienen menos oportunidades, sigue su propia dinámica, nada lo detiene, parece que ninguna autoridad le importa.

Ya podría tener el bloqueo opositor un primer argumento contundente, irrefutable para enfocar sus baterías en nuevas convocatorias de carácter político que le den actividad, que le den objetivos políticos que le den oportunidad de demostrar de qué están hechos en su visión de servir al país y por ahora dejar que los expertos atiendan los procesos electorales e iniciar con la convocatoria que los mexicanos esperan junto con el anuncio de qué los liderazgos, especialmente de los partidos políticos que acompañaron el bloque opositor, estén disfrutando de sus curules, pero lejos de la conducta política de los mexicanos, ocupados de hacer contrapeso a las decisiones de un gobierno que amenaza con acumular más poder en una sola persona, más poder para fortalecer la conducta autócrata que le ha distinguido hasta hoy.

Hasta la próxima

José Gerardo Mosqueda Martínez

gmg@gerardomosqueda.com.mx

Lo importante son los derechos humanos.

Parece normal que a unos cuantos días del acontecimiento político del sexenio y con los resultados del proceso electoral, se saturaron los medios, las redes sociales desglosando interpretaciones y análisis de los resultados del día de la elección.

Sigue siendo una asignatura pendiente la explicación del comportamiento democrático en el proceso electoral, por parte de los mexicanos que acudieron a las urnas, si es que fue así ... pero no dejará de ser muy importante también evaluar cualitativamente por qué 4 de cada 10 mexicanos decidieron no acudir a las urnas, aparentemente esto podría tener una respuesta rápida: no hubo candidato que les pareciera.

No tenían interés en ir a la urna ese día y como no se puede votar otro día, pues dejaron de hacerlo o bien la temperatura del medio ambiente rondaba los 30° y era incómodo estar esperando, es decir, cualquier respuesta se queda corta y hoy no tenemos claro, por el momento, la ausencia de los mexicanos en las urnas.

Desde luego que con los mexicanos que acudimos a las urnas, se define el mandato constitucional, la mandataria como se le llamará por primera vez en la historia de México, a la señora Sheinbaum le corresponderá conducir la vida política del país por los siguientes seis años.

Mientras tanto en estos cuantos meses tenemos un proceso que bien podría llamarse de transición de gobierno en el cual el presidente López tendrá que asumir que su mandato se termina y que Justo cuando él concluye inicia el mandato de la nueva presidenta.

¿Le asiste el derecho al actual presidente para tomar decisiones que trasciendan su periodo de mandato presidencial y afecten las decisiones que deberá tomar la nueva mandataria?

No, no le asiste ningún derecho para intervenir con sus decisiones en el periodo que como autoridad presidencial le concede la ley, sólo que el actual presidente no parece darle importancia alguna y así como intervino tomando decisiones antes de que tomara posesión en 2018. Hoy lo está haciendo para tomar decisiones que afectarán el siguiente sexenio.

O será que los analistas que pronostican una especie de Maximato en donde despacha la presidenta, pero gobierna el expresidente, ven alimentados sus análisis con las decisiones que está tomando el presidente López y que genera por lo menos incomodidad a la presidenta electa que tiene que salir a explicar que no habrá autoritarismos, que se gobernará con civilidad, que se tendrá apertura para dialogar con los opositores… Y aunque justifique la presidente electa que son parte del mismo movimiento y debiera de ser entendible este proceso de transición, la realidad es que se está configurando un nuevo escenario de crisis en el país, a partir de las reformas constitucionales que el presidente propone y que empiezan a ser publicadas algunas de ellas como la ley de amnistía, como las modificaciones a la ley del derecho de amparo que apenas han sido publicadas hace 48 horas y desde luego el escenario de conflicto contra el poder judicial en donde el movimiento morena, empezando por su propietario, el presidente López, estará apostado para liquidar la gestión de jueces y magistrados que actualmente ejercen su responsabilidad y cambiarlos por otras propuestas que como se ha dicho en el nuevo formato, deberán ser electas por los ciudadanos.

En algunos meses tendremos una nueva elección, si es que la sociedad organizada opositora, el propio poder judicial y desde luego, un bloque político opositor que por mermado que esté podrá usar la tribuna para discutir a nombre de los mexicanos que las reformas al poder judicial son hoy la materia de ocupación del presidente López para que antes de que se le olvide su venganza, tenga la posibilidad de cambiar no solamente los nombres de los miembros del poder judicial, fundamentalmente sus reglas de operación, que hoy siendo constitucionales, dejarán un vacío en el equilibrio de poderes y el alto riesgo de concentrar más poder en una persona.

Hasta hoy las declaraciones de la presidenta electa no aparecen indicar que le interese tener prisa alguna en la reforma del poder judicial, me reservo la opinión respecto a su conocimiento del tema, y si también para ella la reforma el poder judicial debiera de ser a toda prisa, es decir, gestionándose antes de qué tome posesión. cuál es la prisa, podría decirle cualquier mexicano, objetivamente hay otras urgencias.

Sólo menciono uno: el desmantelado sistema de salud en donde además de la ineficiencia en los servicios y el maltrato en las estructuras y en los pacientes, hay una especie de sistema de terror para que el personal médico y administrativo esté en riesgo de perder sus plazas laborales, porque el sistema está, además de todo financieramente quebrado.

Le han retirado todos los fondos y han convertido las mejoras al sistema de salud en un discurso interminable de promesas, de mentiras, mientras se sigue afectando precisamente a la porción de mexicanos que menos recursos tienen, que no cuentan con posibilidad alguna de un servicio de salud con costo a su bolsillo, porque no cuenta con la cantidad necesaria para pagar una consulta, ya no digamos para adquirir los medicamentos de su curación.

Pero las prioridades del presidente López no tienen que ver con resolver la inseguridad ni la salud, ni la educación, ni la infraestructura productiva, ni la energía. Su prioridad está normada por sus venganzas.

Una vez que han transcurrido los tiempos de quejas y de impugnaciones en el proceso electoral, parece que todos los mexicanos estamos recuperando las prioridades en la información, y la realidad nos vuelve a confrontar con los índices de inseguridad con la crisis financiera, por los anuncios y responsables del movimiento morena nos vuelve a conectar con la realidad de la falta de oportunidades para las generaciones jóvenes de mexicanos y nos vuelve a conectar con que las motivaciones que los mexicanos tuvieron para elegir a sus gobernantes no parecen haber tenido en su conciencia el desastre que proviene del desmantelamiento de las responsabilidades gubernamentales, por la sencilla, razón de qué el presidente tiene otras prioridades, a las que también se debe de someter la presidenta electa.

La violación a los derechos humanos en nuestro país es una constante, evidentemente, tiene su origen en la actuación, indolente y omisa de la autoridad, y aunque pareciera que los mexicanos no nos importan tener la cifra récord de crímenes dolosos en toda la historia moderna de nuestro país.

El desastre que proviene de la inseguridad con la que vivimos los mexicanos nuevamente está regresando a nuestras ocupaciones del día, porque no solamente no han disminuido los índices de crímenes dolosos, sino que se han incrementado.

El tema son los derechos humanos, y aunque se pudiera argumentar que todos los propósitos y todos los temas son prioritarios para la vida del país, la realidad es que hay desastres que siguen lastimando la dignidad de los mexicanos y que en escasos días estaremos nuevamente ante la realidad que no cambió con el proceso electoral porque el daño que se le ha hecho a la sociedad, especialmente a los mexicanos que tienen menos oportunidades, sigue su propia dinámica, nada lo detiene, parece que ninguna autoridad le importa.

Ya podría tener el bloqueo opositor un primer argumento contundente, irrefutable para enfocar sus baterías en nuevas convocatorias de carácter político que le den actividad, que le den objetivos políticos que le den oportunidad de demostrar de qué están hechos en su visión de servir al país y por ahora dejar que los expertos atiendan los procesos electorales e iniciar con la convocatoria que los mexicanos esperan junto con el anuncio de qué los liderazgos, especialmente de los partidos políticos que acompañaron el bloque opositor, estén disfrutando de sus curules, pero lejos de la conducta política de los mexicanos, ocupados de hacer contrapeso a las decisiones de un gobierno que amenaza con acumular más poder en una sola persona, más poder para fortalecer la conducta autócrata que le ha distinguido hasta hoy.

Hasta la próxima

José Gerardo Mosqueda Martínez

gmg@gerardomosqueda.com.mx