/ martes 20 de agosto de 2024

Cinecrítica

La última sesión de Freud

Amables cinéfilas-os: ahora sí estamos entrando a clases ya, una de las temporadas de mayores gastos en la familia, así que te tenemos una propuesta sin salir de casa, de entre la oferta en los servicios en línea para disfrutar y reflexionar sobre una película basada en hechos reales.

Con guion de Mark St. Germain en coautoría con el director Matt Brown, aborda un intercambio de planteamientos entre el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud (Anthony Hopkins) y el autor de la saga Las crónicas de Narnia, el escritor irlandés C. S. Lewis (Mathew Goode), cuyas encontradas posturas sobre la vida se relatan en forma de debate en el libro del profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Armand M. Nicoli jr. (1928-2017) cuyo trabajo clínico y de investigación lo llevaron a escribir “La cuestión de Dios: Sigmund Freud y C. S. Lewis: Debaten sobre Dios, amor, sexo y el significado de la vida” donde se mete en la psique de estos célebres personajes de la historia, para abordar lo que un médico neurólogo e investigador austríaco, judío, tendría que decirle a C. S. Lewis (Clive Staples Lewis) un apologista cristiano anglicano, medievalista, con un resultado simplemente irresistible, máxime por la era en que les tocó vivir y que el psicoanalista jamás llegó a ver el fin de la segunda guerra mundial.

Teniendo al experimentado y reconocido Anthony Hopkins siempre tendremos una gozosa interpretación, siempre un reto para el alternante, porque te puede avasallar, pero el contraste de personalidades está bien manejado.

Una película de época aderezada con el entorno de ideas que surgieron al amparo de los tiempos e ideas que pervivían y eran contrastadas fuertemente ante los acontecimientos que pusieron en jaque a toda la humanidad, resulta irresistible para los amantes de la literatura, máxime que la de C. S. Lewis lo llevó inclusive al cine, lo que le permitió ver la realización cinematográfica de su heptalogía de libros juveniles escritos entre 1949 y 1954, recreados dentro de la segunda guerra mundial.

La recreación de la época está muy lograda, con una fotografía que hace contrastes entre los momentos y los espacios, como contraste existe entre los disertantes, además del vestuario, maquillaje y peinados realizados con la precisión requerida.

Los productores nos traen una película de época, donde la cultura y la experiencia de cada uno de los personajes principales nos deja con inquietud de revisar su bibliografía.

Comentario final: la disertación entre ambas celebridades nos deja con ganas de profundizar más, porque personajes de tan grueso calibre, tendrían mucho que decirnos hoy, en plena efervescencia de espectáculos anticristianos.

La última sesión de Freud

Amables cinéfilas-os: ahora sí estamos entrando a clases ya, una de las temporadas de mayores gastos en la familia, así que te tenemos una propuesta sin salir de casa, de entre la oferta en los servicios en línea para disfrutar y reflexionar sobre una película basada en hechos reales.

Con guion de Mark St. Germain en coautoría con el director Matt Brown, aborda un intercambio de planteamientos entre el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud (Anthony Hopkins) y el autor de la saga Las crónicas de Narnia, el escritor irlandés C. S. Lewis (Mathew Goode), cuyas encontradas posturas sobre la vida se relatan en forma de debate en el libro del profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Armand M. Nicoli jr. (1928-2017) cuyo trabajo clínico y de investigación lo llevaron a escribir “La cuestión de Dios: Sigmund Freud y C. S. Lewis: Debaten sobre Dios, amor, sexo y el significado de la vida” donde se mete en la psique de estos célebres personajes de la historia, para abordar lo que un médico neurólogo e investigador austríaco, judío, tendría que decirle a C. S. Lewis (Clive Staples Lewis) un apologista cristiano anglicano, medievalista, con un resultado simplemente irresistible, máxime por la era en que les tocó vivir y que el psicoanalista jamás llegó a ver el fin de la segunda guerra mundial.

Teniendo al experimentado y reconocido Anthony Hopkins siempre tendremos una gozosa interpretación, siempre un reto para el alternante, porque te puede avasallar, pero el contraste de personalidades está bien manejado.

Una película de época aderezada con el entorno de ideas que surgieron al amparo de los tiempos e ideas que pervivían y eran contrastadas fuertemente ante los acontecimientos que pusieron en jaque a toda la humanidad, resulta irresistible para los amantes de la literatura, máxime que la de C. S. Lewis lo llevó inclusive al cine, lo que le permitió ver la realización cinematográfica de su heptalogía de libros juveniles escritos entre 1949 y 1954, recreados dentro de la segunda guerra mundial.

La recreación de la época está muy lograda, con una fotografía que hace contrastes entre los momentos y los espacios, como contraste existe entre los disertantes, además del vestuario, maquillaje y peinados realizados con la precisión requerida.

Los productores nos traen una película de época, donde la cultura y la experiencia de cada uno de los personajes principales nos deja con inquietud de revisar su bibliografía.

Comentario final: la disertación entre ambas celebridades nos deja con ganas de profundizar más, porque personajes de tan grueso calibre, tendrían mucho que decirnos hoy, en plena efervescencia de espectáculos anticristianos.

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